Parece que la Monarquía se ha instalado en mis artículos y el año ha querido que me toque salir el 5 de enero. Hasta hace nada, la noche del 5 al 6 era la preferida por los más pequeños en nuestro país y, sin duda, lo sigue siendo pues lo que pudo parecer una disputa entre los Reyes magos y Papá Noel se ha quedado en una pacífica convivencia en la que cada uno mantiene sus defensores y detractores, si no se hace doblete, y las dos tradiciones saltan al terreno de juego navideño. De lo que no cabe duda es de que Papá Noel le ha ganado el terreno a sus majestades en la decoración navideña donde triunfan el caballero de redondeada figura y sus adorables renos. Pero los de Oriente conservan algo que los hace únicos, la cabalgata, un espectáculo que podría parecer una tarea más a cumplir para los ayuntamientos pero que tiene su aquel, principalmente, porque de todos los que se dedican a la infancia este es el más, si no el único, popular, al que todos tienen acceso.
Como no podía ser de otra forma, en las últimas cuatro cabalgatas talaveranas he estado en primerísima fila, del 2019 al pasado 2022, si cuento como tal aquel invento de pasear a toda velocidad a los Reyes, en un trenecito que si pestañeabas se había esfumado; recuerdo perfectamente la cara de mi peque cuando le señalaba donde debía mirar… Confieso que de esas tres más una, la mejor, a juicio de mi recuerdo, fue la última de Ramos, la de 2019. Veremos si esta tarde se recupera de verdad la tradición de que la cabalgata de Talavera sea digna de ver y tenga calidad o se queda solo en cambiar el punto de partida.
A los reyes que aún tienen tareas pendientes les deseo suerte en la búsqueda del tesoro, sobre todo a las reinas porque, bien saben, son las que más abundan, las que llevan tiempo pensando, observando y sopesando, muchas inventando y malabareando e incluso auto comprando para que no haya nadie sin regalo, ni preguntas imposibles. La que se montó aquel año por las cabalgatas de reinas. Cargaditas de estadística y razón iban. Feliz noche, reinas y reyes.