Esther Durán

Serendipias

Esther Durán


San Blas no verás

24/01/2025

Si le piden que relacione palabras y la primera que le dicen es campanario, no andarán muy lejos de su respuesta iglesia y cigüeña, y es que a estas bellas damas les encanta construir su hogar en los puntos más altos, ya saben: «se ha asomado una cigüeña a lo alto del campanario, girando en torno a la torre y al caserón solitario». Posiblemente, hasta aquí, estén de acuerdo las autoridades competentes que han ordenado el desahucio de las que hasta hace un par de días habitaban nuestra Colegial, aunque no tanto con lo de: «si la cigüeña canta arriba en el campanario, que no me digan a mí, que no es del cielo su canto» porque, gracias a esa decisión, desde nuestro campanario, entiéndase Colegiata, no se escucha ya ese canto del cielo. Y porque parecieran escritos para este momento los versos del marinero en tierra, la actuación ha quitado el sueño a quienes llevan casi 50 años defendiendo el patrimonio natural de la ciudad, trabajando, con una profesionalidad y humildad dignísimas de admirar, por la conservación y educación ambiental. Efectivamente, sabrán a quiénes me refiero porque esta relación es como la de campanario-iglesia-cigüeña, Ardeidas.
Por La Tribuna sabemos que, para llevar a cabo estas tareas, contaban con los informes favorables de Patrimonio y de Medio Ambiente, ambos de titularidad autonómica y que, de los dos nidos retirados, uno, según han informado a este medio, no estaba ocupado, pero el otro sí, tenía una pareja de cigüeñas y, como en el Arzobispado sabrán muy bien, estamos a nadita de San Blas, es decir, época de cría de esta ave. No dudo de que podría llegar a ser peligroso por posibles desprendimientos, pero tampoco de que hay otras soluciones y que los que estos días denuncian lo ocurrido habrían estado encantados de aportarlas y ayudar antes de llegar al fatal final para las ciconia ciconia. Y por si a alguien le asoma la pregunta cuñadil de «¿y esto antes no pasaba?» le diré que el cambio climático, a riesgo de que no crean en él que aquí ante todo a respetar creencias tengan o no ciencia, ha hecho que estas pasen más tiempo aquí y sus nidos sean más contundentes y pesados con el consecuente peligro de que ocasionen daños insoportables en las estructuras. Y así, por acabar con relaciones y rimas, si pienso en insoportable, sin duda, esta semana diría togado, desfasado, que merece ser recusado.