Cierto es que el dinero permite atender las necesidades de todo ciudadano lo que da tranquilidad, incluso el crecimiento del PIB se utiliza como referente para indicar la buena marcha de la economía de un país, así como indicador de la felicidad de sus habitantes. Según se interpreten los datos, podemos ser optimistas si vemos que el PIB ha crecido en España un 6,4% en 2021, un 5,8% en 2022 y un 8,5% en 2023. Teniendo en cuenta el bajonazo que se produjo con motivo de la pandemia, que fue de un -11,2%, podemos decir que yo nos hemos recuperado del todo, aunque las cifras de convergencia del PIB per cápita, con la media de la UE, haya sufrido un retraso, pasando de 9 puntos de distancia a los 11 actuales. Pero, a veces, hay otros elementos que son más importantes que el dinero para conseguir la felicidad. En marzo de 1968, estando Robert Kennedy en campaña electoral para las presidenciales de EE.UU. pocas semanas antes de que le asesinaran, criticó el que el PIB y su crecimiento se utilizara como medida del grado de felicidad del país. Indicaba cuales eran los indicadores que cuantificaban el PIB e indicaba aquellos que no se tenían en cuenta. Literalmente dijo: «…el PIB no refleja la salud de nuestros hijos, la calidad de nuestra educación, ni el grado de diversión de nuestros juegos. No mide la belleza de nuestra poesía, ni la solidez de nuestros matrimonios. No se preocupa de evaluar la calidad de nuestros debates políticos, ni la integridad de nuestros representantes. No toma en consideración nuestro valor, sabiduría o cultura. Nada dice de nuestra compasión ni de la dedicación a nuestro país. En una palabra: el PIB lo mide todo excepto lo que hace que valga la pena vivir la vida».
Así que aquí les dejo estas palabras para que reflexionen respecto al valor que Uds. dan a los indicadores que Robert Kennedy relacionaba. En España mejoraría mucho nuestro PIB la aplicación de algunos de ellos, aunque, estarán Uds. también de acuerdo, que otros lo reducirían bastante. Jueguen a hacer su propia relación.