El Artículo 14 de la Constitución dice «Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». La cuestión queda clara y meridiana, sin embargo, recuerdo lo que en su día comentábamos en mi promoción sobre que «algunos éramos más iguales que otros» y es que, en la práctica, la igualdad ante la Ley puede verse afectada por múltiples factores. Nivel socioeconómico, influencia política, acierto en la elección del equipo de abogados que te represente, fallos del sistema judicial, etc. así que, aunque la igualdad ante la Ley es un principio constitucional, la aplicación práctica puede variar dependiendo de las circunstancias individuales y contextuales. Y ejemplos se nos dan bastantes en estos últimos meses. Primero con la entrada en vigor de la Ley de Amnistía, hecha a medida de los individuos a los que se les va a aplicar. El Estado perdona y encima pide perdón a unos ¿PRESUNTOS? delincuentes, que ya están trajinando para volver a las andadas, con lo que se demuestra que, para algunos sujetos, sus delitos los pagamos a escote el resto de los españoles, que si somos «más iguales que otros». Y la última juerga la estamos presenciando con las sentencias que el Tribunal Constitucional emite en el caso de los condenados por el Caso ERE de Andalucía. No entro en el fondo del asunto, puede que el TC si tenga razones para considerar que algunos de los condenados se limitaron a actuar dentro de la Ley que permitió tamaño desatino, pero es curioso que el TC, que recibe unos 8.000 recursos de amparo al año, de los que solo admite unos 200, y que entre la admisión a trámite y la resolución que permite dictar sentencia, pueden pasar años, en este caso ha demostrado una agilidad sorprendente que ya quisieran para sí el común de los mortales.
En fin, que, queda muy bien el texto del Artículo 14 de la CE, pero ya estamos advertidos, «unos somos más iguales que otros» y ya saben dónde está la oficina donde se tramitan las posibles excepciones. Que cada uno ponga la dirección que considere pertinente.