Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Dignidad

09/10/2023

En el año 2000, ETA asesinó a 23 personas, entre ellas a Fernando Buesa Blanco, dirigente del Partido Socialista y Jorge Díaz Elorza, ertzaina y guardaespaldas del anterior. Su muerte fue consecuencia de la explosión de un coche bomba que explotó a su paso mientras estaban en el Campus de la Universidad del País Vasco en su sede de Vitoria. Aquel año, también fueron asesinados otros militantes del Partido Socialista, como Ernest Lluch, José Luis López de la Calle o Juan María Jauregui. Hacía 25 años que Franco había muerto y 22 que España gozaba de una Constitución que servía de base a un Estado de Derecho.
Esta semana, han vuelto a arrojar pintura y heces en el monolito que en el Campus de la Universidad recuerda a Fernando Buesa y a Jorge Díaz, así como en la tumba del primero en el cementerio de Vitoria. El Ayuntamiento de Vitoria hace una declaración institucional condenado estos hechos y EH Bildu se desmarca de la misma. Al mismo tiempo, el Partido Socialista en el que Fernando Buesa militaba, apoya a EH Bildu en Navarra para conseguir cuotas de poder en el Parlamento Navarro, Ayuntamientos y Gobierno, al igual que se da por descontado que el acuerdo para que los parlamentarios de Bildu voten a favor de Pedro Sánchez en su investidura, está ya más que cerrado sin saber que contrapartidas significarán para un grupo en el que se engloban parte de los herederos de aquellos que asesinaron a españoles entre los que había militantes de este PSOE en el que se antepone, a cualquier asunto, conseguir la silla de presidente de Gobierno, aunque la dignidad de respetar la memoria de todos aquellos que perdieron su vida, se quede totalmente aparcada. La memoria obliga a no olvidar, y si se tuviera dignidad se debería exigir pedir que, en lugar de homenajear etarras y arrojar pintura y heces en las tumbas de los asesinados, se pida perdón. Siento vergüenza al ver como se cede en todo con tal de conseguir los votos, provengan estos de quién provengan.

«Siento vergüenza al ver como se cede en todo con tal de conseguir los votos, provengan estos de quién provengan»