Me acabo de autorregalar la edición de "La familia de Pascual Duarte" de Camilo José Cela con ilustraciones de Antonio Saura. La editada por el Círculo de Lectores en 1986, que conmemoraba los 70 años del escritor, encuadernada en tela y que además incluye textos sabrosos del propio Saura, Pedro Laín Entralgo, Zamora Vicente, Domingo García-Sabell y Francisco Calvo Serraller y fotografías curiosas del archivo personal de don Camilo.
Antonio Saura y Camilo José Cela fueron muy amigos y durante muchos años. Su estrecha relación comienza cuando en "Papeles de Son Armadans" el escritor anima a colaborar a artistas plásticos y, entre ellos, a los integrantes del grupo "El Paso". De hecho, fue Cela quien rebautizó como "Gigantas amorosas" la serie de 16 litografías que Saura llamó en principio "Pintiquiniestras", inspiradas en la lectura del Quijote y poseía una buena muestra de la obra de Saura, algunas ahora expuestas en la Casa Museo de la Fundación.
Es muy interesante la faceta de ilustración de libros de Antonio Saura, alentada por Hans Meinke cuando éste dirigió el Círculo de Lectores entre 1981 y 1997. Fantásticas sus grandes ilustraciones, además de las del Pascual Duarte, las que hizo para "El Quijote", "El Criticón" de Baltasar Gracián, los "Diarios" de Kafka, las "Greguerías" de Ramón Gómez de la Serna o "Las aventuras de Pinocho" de Carlo Collodi, Saura lo consideró uno de sus "proyectos más queridos". A mí, particularmente, las que más me gustan son las que trazó para la poesía de San Juan de la Cruz. Una verdadera maravilla.
Saura cree que "la historia de los libros felices camina entremezclada con los momentos inolvidables del pasado. Cada libro fundamental, marcador de la vida, tendrá una historia diferente, pudiendo incluso reconstruirse con insólita vivacidad su búsqueda afanosa, la gozosa posesión, su fervoroso disfrute" y a partir de ese momento le llega la inspiración para realizar las ilustraciones de esos libros que para él han sido esenciales y especiales.
Creo que también define muy bien su manera de abordar las ilustraciones de los libros la sentencia que escribe en su "Tratado de Pintura": "solamente viviendo en el fondo de la memoria agitada por la voluntad de su olvido es posible la aventura artística". Así, de esa manera tan poética, define Antonio Saura su manera de crear.