Antonio Herraiz

DESDE EL ALTO TAJO

Antonio Herraiz


Orgullosos de su pueblo

20/09/2024

Pónganse a pensar en pueblos feos de Castilla-La Mancha. Haberlos haylos, no sirve de nada negarlo. Se me viene a la cabeza más de uno levantado bajo la iniciativa del Instituto Nacional de Colonización, sin necesidad de señalar porque han tenido una evolución dispar. En todos, si preguntas a sus vecinos seguro que muchos te dirán que el suyo es el pueblo más bonito del mundo, sobre todo, por la historia y los recuerdos. Entre 1940 y 1970, el franquismo creó más de 300 pueblos de nueva edificación que supusieron para sus nuevos moradores una mejora en la calidad y en la perspectiva de sus vidas. Pasaban de vivir, en muchos casos, rodeados de miseria a disponer, entre otras estancias, de un baño con su taza y su lavabo, que por aquellos primeros años de la posguerra era poco común. 
Puestos a citar los más bonitos, los hay que barrerán para sus terrenos y, si no tienen pueblo, será un dictamen centrado en criterios variopintos. En mi caso -no es por ser presuntuoso- puedo gritar sin complejo que desciendo de dos de las localidades más bellas de toda la región. En el caso de Armallones, el Hundido es uno de los parajes más destacados del Parque Natural del Alto Tajo, con una riqueza paisajística y medioambiental incomparable, además de uno de los rincones más vírgenes de toda Castilla-La Mancha. Cuando hablo del pueblo materno, Fuentes de la Alcarria, son muchos los que recurren a aquel eslogan que se inventó Juan Santos, hijo de la localidad y reconocido empresario de los transportes: «¿Conoce Fuentes de la Alcarria? ¡Vaya a verlo! Es muy bonito». Marketing del bueno y con sobrados argumentos. Tenemos encima el otoño y eso invita a recorrer el valle del río Ungría, siempre dispuesto a acoger a los visitantes que quieran disfrutar de este enclave declarado paisaje protegido. 
La inteligencia artificial ha determinado que Alovera es el pueblo más feo de Guadalajara y, como pilla muy cerca de Madrid, a los intrépidos reporteros de la capital la sentencia les ha acercado hasta este municipio del Corredor del Henares. Si pensaban que los vecinos de Alovera iban a renegar de su pueblo, la llevaban clara. A uno de los primeros que se encontraron fue a Alfonso Olmos, párroco del municipio, que les enseñó la iglesia con sus pórticos del siglo XVI y un magnífico retablo plateresco que es único en toda la provincia. Después hablaron con su alcaldesa, Purificación Tortuero, que les llevó a la biblioteca más premiada de toda España y les ofreció un dato: Alovera es el municipio de toda España que más ha crecido en población joven, lo que demuestra la gran actividad laboral que hay en toda la zona. Pero sobre todo escucharon a los vecinos orgullosos de su pueblo, que, lejos de asumir lo que el chatGPT había determinado, empezaron a glosar todas las bondades de Alovera, incluida la gran cervecera que se instaló hace ya más de tres décadas en su término y que da de beber zumo de cebada a toda España. 
Máxima admiración para esas gentes de Alovera que han reaccionado defendiendo sin complejo su pueblo, independientemente de si tienen sus orígenes ahí o son de los nuevos pobladores que llegaron escapando de la gran urbe o buscando una casa más económica unida a las oportunidades laborales. Y recalco esa defensa en estos días en los que se ha hecho pública la marcha de Guadalajara de Ana Peleteiro, campeona de triple salto, después de romper su relación deportiva con Iván Pedroso. Peleteiro ha tenido su casa aquí y ha disfrutado de todas las instalaciones deportivas, mostrando en todo momento una indisimulada ingratitud con la ciudad que la acogió. Tanta paz lleves como descanso dejas.