Miguel Ángel Sánchez

Querencias

Miguel Ángel Sánchez


El AVE, a cuchillo

10/01/2025

Vivimos en una tierra de hechos consumados. Y donde –faltaría más –, el fin siempre justifica los medios. El fin cortoplacista y muy particular, se entiende. Y, como era de esperar con su inclusión a última hora en el trazado, Toledo parece que monopolizará la discusión sobre las soluciones planteadas por el, de momento, último Estudio informativo del proyecto de línea ferroviaria de alta velocidad Madrid-Extremadura –el anterior es de 2020–, publicado por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible hace unos días.
Vaya por delante que creo que Toledo y Talavera deben estar unidas por la nueva infraestructura. Es lógico y necesario. Lo que resulta vergonzoso es que jamás se ejecutara la conexión por Bargas. Toledo nunca la necesitó. Talavera quizá sí. Puede ser la explicación. Y queda pendiente la reflexión sobre la utilidad real de un tren que conecta Toledo directamente con Madrid –al igual que el actual–, obviando el inmenso crecimiento de la Sagra, población duplicada en un par de décadas, territorio absorbido de facto por la macrocefalia urbana, económica y social de Madrid, y que fía al propio Cercanías de la Comunidad vecina en un futuro la articulación ferroviaria.
Después de analizar el Estudio, me da la impresión de una cierta precipitación en su dibujo, así como poco cariño por el territorio que atraviesa. Desconozco si es un trágala del Gobierno de España al de Castilla-La Mancha, y si éste, más allá de lo del Scalextric toledano y la segunda parada en el Polígono, planteará mejoras o, simplemente, sentido común y adecuaciones lógicas al espacio que recorre la que será la obra de infraestructura más importante en la provincia la próxima década. Me preocupa la traza por las ciudades –Toledo, Torrijos, Talavera de la Reina–, y su paso por la ZEPA de la margen derecha del Guadarrama, los paisajes de Torrijos, Albarreal de Tajo, Rielves, Burujon, Barcience, Villamiel... uno de los núcleos más importantes de avutardas y sisones de toda España. Si bien ya es cruzada por la autovía Toledo-Maqueda, y el propio ferrocarril, sería importante que la traza futura del AVE no abriera un nuevo costurón alejado de estas vías, como se plantea en una de las soluciones.
Debería hablarse mucho más sobre este Estudio. Salir de Toledo. Toledo tiene quien la defienda. Ahí está la propuesta del profesor y doctor arquitecto José Ramón de la Cal. Simple y plausible. Y también quien no ve más allá... Pero me preocupa especialmente Talavera de la Reina. Aquí, peritos en tragaderas, ya hemos olvidado políticamente aquel famoso convenio de soterramiento de 2007, y contemplamos cómo los muros del AVE asoman, ahora sí, a toda velocidad. Talavera, ciudad ya de segunda o tercera, no tiene más consideración para el Ministerio, y más sopesada en la romana con Toledo. No sé si lo tendrá en este caso para la Junta. Desconozco si alguien ha analizado los flujos de conexión de Talavera con la corona norte, las localidades de alrededor, la impermeabilización y fragmentación urbana y social del territorio... Da igual. El foco y los millones ya no están aquí.
El AVE llega a cuchillo. Delicadeza y cariño, los justos. A estas alturas quizá ya no se esperase otra cosa. Y es que vivimos en una tierra de hechos consumados. Y donde –Talavera arquetípica–, el fin siempre justificará los medios.