Antonio Herraiz

DESDE EL ALTO TAJO

Antonio Herraiz


Líneas rojas

29/12/2023

La vuelta de BILDU al Ayuntamiento de Pamplona supone un paso de gigante para la normalización política en el País Vasco y Navarra. Joseba Asirón forma parte de un partido progresista, democrático y con principios homologables en el conjunto de la Unión Europea. El apoyo del PSOE a los herederos del brazo político de ETA se circunscribe al ámbito local y no es extrapolable a otras administraciones. No tiene nada que ver con el acuerdo suscrito entre BILDU y Pedro Sánchez que permitió al presidente sumar los 6 diputados de Bildu durante la sesión de investidura del pasado mes. Asirón va a gobernar para todos sin mirar si son independentistas o constitucionalistas. Que Sánchez, María Chivite, la candidata del PSOE a la alcaldía de Pamplona, Elma Saiz, -hoy ministra de Seguridad Social- y el último socialista que pasaba por allí repitieran que no iban a hacer alcalde al candidato de BILDU no es más que la primera parte de un estudiado cambio de opinión, que no hay que confundir con mentira. «No vamos a apoyar a Bildu. Para nosotros eso son líneas rojas y los socialistas, con nuestros defectos y virtudes, somos muy de fiar». Palabra de Carmen Calvo, ex vicepresidenta del Gobierno de España.  
El equipo con el que BILDU va a dirigir a partir de ahora el Consistorio de la capital navarra es abierto, plural y van a trabajar por la convivencia. También se emplearán en la «memoria» y el reconocimiento y reparación de todas las víctimas, «tanto las generadas por ETA como por las demás violencias». Esto último, tómenlo como parte del argumentario moderno que viene empleando BILDU para sortear la condena a los atentados y asesinatos que ha cometido la banda terrorista. Es la evolución -en pro de la armonía- de concejales como Joxe Martín Abaurrea, edil de Urbanismo, Vivienda, Gobierno Estratégico y Agenda 2030. Aunque en 1998, cuando ETA asesinó a quien fuera portavoz de UPN, Tomás Caballero, Martín Abaurrea se negó a condenar el atentado, los años le han dotado de una madurez democrática y de un propósito de la enmienda que le impedirían asumir tal barbarie. Además, ETA ya no mata, luego no es necesario combatirla. Es prioritario vencer al fascismo y a la propia monarquía española, algo que comparten todos los concejales de BILDU, adalides de la democracia. Por esta razón, el nuevo concejal de Seguridad y Convivencia Ciudadana, Endika Alonso, junto con otros colegas difundió un vídeo comparando a una edil de UPN con Hitler. Y, por este mismo motivo, desde el partido de Asirón han venido realizando performance en las que decapitaban al rey Felipe VI y a Cristóbal Colón, como símbolos de la monarquía y del colonialismo español. Era algo figurado, luego no hay por qué preocuparse. 
El Ayuntamiento de Pamplona lleva años paralizado y los pamploneses no podían retroceder varios siglos atrás en el tiempo. Los servicios esenciales no funcionaban y el PSOE no ha tenido otra salida que aupar a Bildu para desbancar a una alcaldesa clasista. Hasta ahora, los de Otegui habían apoyado a alcaldes socialistas como los de Irún o Éibar, pero al revés no se había producido, al menos, de forma directa. Sumen este hecho al capítulo de pasos de gigante en favor de la normalización democrática. Y esto es así porque BILDU no es sólo la herencia de Batasuna, de Sortu y de todas las marcas electorales de ETA. Es una coalición mucho más diversa de lo que los fascistas quieren hacer ver. No tienen nada que ver con una organización terrorista que ha asesinado en la Comunidad Foral a 42 personas, las últimas en 2003, 214 heridas reconocidas oficialmente y centenares de atentados. Brinden por el nuevo equipo de Gobierno, como lo hicieron miles de personas en un ambiente festivo al ritmo de charanga. Y véanlo como una broma más del 28 de diciembre si no fuera porque vivimos en una inocentada permanente.