Pilar Gil Adrados

Entre Encinas

Pilar Gil Adrados


La agricultura tras las elecciones al Parlamento Europeo

20/06/2024

Mientras escribía esta columna llegaban las últimas noticias sobre el primer encuentro de los Jefes de Estado y de Gobierno en el Consejo Europeo para decidir quiénes dirigirán las instituciones europeas en la nueva legislatura, tras las elecciones del 9 de junio. 
Como era previsible no alcanzaron pacto alguno, puesto que será necesario lograr equilibrios políticos - y geográficos- que, por el momento, lideran las tres principales familias políticas europeas: populares, socialistas y liberales, haciendo valer el poder político que han conseguido con el resultado electoral. Los populares defienden la candidatura de Ursula Von der Leyen a la presidencia de la Comisión Europea, así como la presidencia del Parlamento para Roberta Metsola. Los socialdemócratas a António Costa como presidente del Consejo Europeo que renueva en diciembre y el grupo de los liberales a Kaja Kallas como Alto Representante para la Política Exterior de la UE. 
El Consejo se volverá a reunir los días 27 y 28 de junio para acordar a quién propone para presidir el ejecutivo europeo. Tendrá que tener en cuenta qué grupo político tiene mayor representación, ya que su candidato deberá ser avalado con mayoría absoluta por el Parlamento Europeo que se constituirá el 16 de julio, tras comunicar los partidos nacionales que han obtenido escaños a qué grupo se adscriben. Después comenzará la elección de los comisarios, uno por cada Estado, que tendrán que ser ratificados, previa audiencia, por el Parlamento y a los que el titular de la presidencia de la Comisión repartirá las carteras correspondientes.  
Por el momento, no se conoce con detalle el futuro previsible de las políticas europeas- tampoco sobre la agraria que ha alcanzado un grado de integración europea prácticamente pleno-, puesto que la composición del Parlamento Europeo condiciona los juegos de poder para alcanzar las instituciones y para dirigir la acción política de la UE. Aunque, cabría deducir que influirán en la agenda legislativa las protestas generalizadas, durante la campaña electoral, de los agricultores contra lo que consideran rigurosas y burocráticas normas ambientales del Pacto Verde e injustos acuerdos comerciales con terceros países, a la par que reclaman una mejor compensación por proteger el medio ambiente y la biodiversidad.
Coinciden los analistas políticos en que los partidos de los grupos mayoritarios de la Eurocámara han logrado capitalizar, su apoyo a la agricultura durante la campaña, con más éxito que el resto de las formaciones que, incluso, han perdido eurodiputados que estaban en la Comisión de Agricultura del Parlamento. De hecho, en varios países, como Italia, Alemania, Francia, Polonia y Países Bajos, los partidos nacionales que se integran en el partido popular europeo han cosechado más votos en las zonas rurales que en las urbanas.
Sin duda, un cambio notable respecto a las elecciones de 2019 que dieron mayor apoyo, a costa del centro derecha y del centro izquierda, a partidos de los extremos del espectro político y a los partidos cuya seña de identidad es el medio ambiente y la prevención y mitigación del cambio climático.