Pilar Gil Adrados

Entre Encinas

Pilar Gil Adrados


Entre mitos y patrones

17/10/2024

A pesar de las controversias que la fiesta suscita, lo cierto y verdad- o mejor podría decirse, lo que tiene jurídico respaldo- es que el 12 de octubre celebramos la Fiesta Nacional de España. Así lo dispone la Ley 18/1987, de 7 de octubre, donde los entonces legítimos representantes del pueblo español consideraron la conmemoración de la fiesta nacional por ser «una práctica común en el mundo actual» y con el fin de «recordar solemnemente momentos de la historia colectiva que forman parte del patrimonio histórico, cultural y social común, asumido como tal por la gran mayoría de los ciudadanos». Continúa diciendo que «sin menoscabo de la indiscutible complejidad que implica el pasado de una nación tan diversa como la española, ha de procurarse que el hecho histórico que se celebre represente uno de los momentos más relevantes para la convivencia política, el acervo cultural y la afirmación misma de la identidad estatal y la singularidad nacional».
Indiscutiblemente, la fiesta que se regula coincide con el aniversario de la llegada de Cristobal Colón a América y su justificación -a pesar del político circunloquio de la exposición de motivos- recurre a los dos mitos clásicos en los que se fundamenta el concepto de hispanidad. La reconquista hasta la unificación de los reinos de España y el descubrimiento y colonización de América, con los que también se procuró el encuentro entre dos mundos, Europa y América.
Por eso, también el 12 de octubre se celebra el día de la Virgen del Pilar – que se apareció al apóstol Santiago sobre un pilar de jaspe en Zaragoza en el año 40-, ya que algunos sostienen que Colón encomendó la misión evangelizadora bajo su manto protector- aunque haya muchas más evidencias históricas sobre esta cuestión para la advocación mariana de Guadalupe-, por lo que se erigió en símbolo de unidad espiritual entre España y América y en 1984 lograría el reconocimiento como Patrona de la Hispanidad por el papa Juan Pablo II. 
Sin embargo, la patrona de España es la Inmaculada Concepción de María desde 1760. Por designio del papa Clemente XIII, a petición de las Cortes de Castilla y de los reyes Carlos III y Fernando VI, en correspondencia a que España abanderase la causa para que la Iglesia católica proclamará este dogma, lo que no sucedió hasta 1854 con Pio IX.
Patronazgo que comparte con Santiago apóstol, quien lo es por decreto de Urbano VIII desde 1630, aunque antes de esa fecha fue el protagonista de una historia que, aunque se escapa a cualquier análisis racional, sigue alimentando la leyenda y la tradición. De pacifico peregrino, dada la necesidad inherente del ser humano de buscar protección sobrenatural, se inició el culto a Santiago como victorioso caballero contra la presencia musulmana en la península, tras su intervención armada y milagrosa en la batalla de Clavijo, apoyando a los cristianos.
El mito de Santiago militarizado se extendió hasta América, donde montado en su caballo blanco, con estandarte y espada en mano, siguió ayudando a los españoles a conseguir su victoria.