He vuelto a leer en un comentario de prensa que a Page el autor le califica como «presidente manchego». No, no y mil veces no. Page es tan castellano como manchego y está claro que como no fallarán nunca con el adjetivo es si le llaman con la palabra exacta según quedaron constituías las autonomías: Page, el presidente castellano-manchego. Mientras ciertos periodistas o comunicadores como dicen, sigan con su idea fija de cometer lo que considero un error, yo continuaré con la tarea de intentar corregir tal fallo que no es garrafal pero que además de pesado, a los afectados nos sienta mal porque la apreciamos como falta de cultura, ignorancia y al final dejadez y pasotismo. Si llamaran a Page «presidente castellano» en La Mancha nadie podría ofenderse porque los manchegos pertenecen también al conjunto de los castellanos, pero una parte de esos castellanos no somos manchegos.
Seguramente alguien habrá pensado que soy un exagerado, que la cosa no es para tanto y tal o cual. Respecto a esto creo que puede ser así pero digo que no hay tampoco que tragar con el error y más que injusticia, capricho e ignorancia por dejadez y comodidad como decía, una dejadez que asegura que da igual lo que se diga y los castellanos de la autonomía que pertenecemos a Talavera y comarca no nos sienta bien. Porqué hay que tragar con un fallo tonto quienes no somos manchegos y que se nos excluya de los que habitamos esta tierra, por razones incomprensibles. Sabemos o deberíamos saber, que todos los manchegos son castellanos pero todos los castellanos no somos manchegos sin que eso signifique nada más que poner las cosas en su sitio. Como ya he escrito antes de este asunto reitero que lo que digo no significa en absoluto ningún afán de superioridad ni barbaridad semejante, ni que nos consideremos más o menos que los nacidos en La Mancha, nada de eso ni por asomo, es un intento de aclarar las cosas, sobre todo cuando escuchamos o leemos lo de «presidente manchego» o referencias al CF Talavera como «equipo manchego»; son aparentes nimiedades que por alguna razón han hecho fortuna y en determinados medios cierta gente repiten como papagayos. Con todo, me consta que en Talavera y su zona no soy el único que piensa así y somos más de uno quienes creemos que esto del mancheguismo y castellanismo debe quedar claro antes de que sea tarde.
Recordarán el empeño de Lázaro Carreter por acabar con la manía de que cuando algo se quema, se ha «carbonizado», convertido en carbón nunca «calcinado» convertido en cal. Escribió artículos, habló de ello, lo aclaró desde su posición de presidente de la Academia y nada. Explicó y razonó pero todo fue inútil, cuando hay un incendio, un fuego y quedan los restos una y mil veces leeremos y escucharemos restos «calcinados» jamás «carbonizados». Lo mismo aquí con los castellanos de la autonomía de Castilla La Mancha.
No sé por qué a los castellanos nos ignoran.