Estimado señor Carreño:
En referencia a su carta, sellada en el centro geodésico el doce de diciembre del pasado año, nos ponemos en contacto con usted para hacerle partícipe de las consideraciones que podrá leer a continuación, y que esperamos sean de su agrado y mejor entendimiento. Confiamos que sean apreciadas como lo que pretenden: un agradecimiento a su confianza e inestimable tiempo. Le informamos, con idéntico placer, que su misiva fue recibida y tramitada en los plazos previstos por nuestros pajes y reales funcionarios postales.
Como decimos, queremos transmitirle nuestra más sincera estima por su confianza y la forma en la que se dirige a nosotros. Su atención nos llena de gozo, puesto que somos conscientes de la mengua de personal que opta en estos tiempos por el papel y el bolígrafo para dirigirse a nuestras personas. Agradecemos su apego a este género epistolar, tan denostado y arrinconado por las redes sociales y correos electrónicos. Ambos respetables, pero exentos de un propio y personal estilo caligráfico. Le animamos a que, en posteriores ediciones de la Epifanía, continúe cultivando esta tradición y la fomente entre sus familiares y amigos.
Pese a lo que pudiera parecer, nuestra respuesta también se ajusta a los calendarios establecidos, marcados por nuestra normativa postal. El próximo 17 de enero se agota el plazo para esta respuesta, que confiamos tenga en el día de hoy ya entre sus manos. Como bien sabrá, hasta San Antón Pascuas son y por eso, a día de hoy, estamos en margen. En el improbable caso de que esta carta llegara fuera de la fecha arriba indicada, no sería responsabilidad nuestra y sí, seguramente, achacable a la calidad de la que gozan los actuales y novedosos servicios postales y de mensajería.
Llegados a este punto, nos es doloroso transmitirle que son pocas las peticiones suyas -incluidas en su carta- que han sido satisfechas en nuestros envíos del pasado 6 de enero. La razón de todo ello es que los productos que usted nos requería han quedado agotados en nuestros almacenes, y no sabemos si podrán ser repuestos en los próximos meses.
Confesamos que son muchas las cartas en las que, al igual que en la suya, se nos requería el suministro de picos y palas para derribar el muro de odio, sectarismo y mentira que se ha construido en los últimos años. Lamentamos profundamente no contar con el estocaje necesario, debido a las incalculables peticiones recibidas. Sí, en cambio, y conscientes de la profundidad y anchura que ha alcanzado ese muro, le animamos a solicitarnos -aunque sea fuera de plazo-, una taladradora de la marca 'T.R.U.E', que tan buenos resultados ha cosechado en otros países y ocasiones.
Por último, recogemos con cariño su petición para reducir la reproducción acústica de la que ha sido la canción de las últimas navidades. Ya sabe, esa composición titulada 'El burrito sabanero' y de la que nos consta, ha acabado usted hasta ahí mismo.
En la confianza de poder seguir contando con sus amables peticiones en próximas ediciones, aprovechamos para testimoniarle nuestra más sincera amistad y comprensión.
Atentamente
Gaspar, Melchor y Baltasar.