Jorge Jaramillo

Mi media Fanega

Jorge Jaramillo


La cantera del Norte y del Sur

16/09/2024

Arranca una semana fuerte en Bruselas. Este mismo martes podríamos conocer la composición del nuevo Colegio de Comisarios de la Unión Europea tras aplazar la designación, Úrsula von der Leyen, por la dimisión de la candidata de Estonia.
De momento todo son especulaciones porque guarda la lista con celo y secreto, aunque algunas fuentes apuntan ya a que la cartera de Agricultura podría ser otra vez para un austriaco, como en su día ocupó el popular Franz Fischler, muy conocido en España por pretender comerse una aceituna verde del árbol, para sorpresa de los acompañantes, cuando negociaba la nueva reglamentación común del mercado (ocm).
Aquel comisario tenía una gran responsabilidad para enfocar la nueva PAC a través de la Agenda 2000. Con ella vinieron los desacoplamientos, el derecho a cobrar sin tener que justificar la actividad, lo que resultó un fracaso a ojos del contribuyente que cuestionó el destino de sus impuestos.
Después, otra liberal, la danesa Marian Ficher Böel, retomó el trabajo con decisión; fue comparada con la «dama de hierro» inglesa por sus planteamientos drásticos y arriesgados en políticas -por ejemplo- como la vitivinícola. Fue quien puso punto final al viejo sistema de destilaciones vínicas que mantenía en un eterno letargo al sector nacional y de Castilla -La Mancha, ahogado por grandes excedentes cada vendimia. 
Tras realizar un viaje a la finca que la bodega Osborne tenía en Malpica de Tajo (Toledo), hoy replantadas las 1.000 hectáreas con pistachos, se celebró una comida con las organizaciones agrarias antes de pasearse por La Mancha para diagnosticar el problema. 
Al volver a Bruselas, aprobó un sustancioso plan de arranque de viñas con cheques de 6.000 euros la hectárea, y planteó un gran cambio en el modelo vitivinícola para forzar la exportación. En ese contexto surgieron los programas nacionales de apoyo al vino (antiguo PASVE, hoy ISV) que subvencionan la reestructuración, la promoción en terceros países, la línea de inversiones y la destilación de subproductos.
Una política que continuó el rumano Dacian Ciolos que también tuvo la ocasión de visitar Castilla -La Mancha en una gélida mañana de febrero, y bajo una gran nevada entre los olivares de Mora (Toledo). 
Su sucesor, el irlandés Phil Hogan, antes de acometer otra reforma de la PAC, abrió un diálogo con el sector agrario europeo haciendo escala en Toledo, donde la recién creada plataforma de agricultura ecológica aprovechó para denunciar el recorte en las ayudas. Hogan repitió un segundo mandato como Comisario de Comercio en plena guerra arancelaria con Estados Unidos en la era Trump, pero tuvo que dimitir por participar en un evento sin llevar la mascarilla, al inicio de la crisis del coronavirus. 
Y tras él, se designó a un polaco, Januzs Wojciechowskie, que necesitó de hasta tres prórrogas en el obligado examen del Parlamento Europeo para que validasen su candidatura. Un examen que próximamente tendrán que superar los nuevos candidatos de Von der Leyen.
Durante las tractoradas, y después de la rebelión por las carreteras, algunas organizaciones agrarias españolas han reivindicado la cartera agrícola para algún país del Mediterráneo, algo que no ha ocurrido estos años para evitar -supuestamente- conflicto de intereses, aunque algunos de los citados sí tenía experiencia en su país como Ministro de Agricultura o de Medioambiente, (Ciolos y Hogan).
No les sirvió de mucho a Loyola de Palacios o al propio Miguel Arias Cañete que ocuparon otras carteras. Ni siquiera está claro ahora el destino de Teresa Ribera que -apuntan algunos medios- podría ocupar incluso la de competencia.