Ana Nodal de Arce

Me la juego

Ana Nodal de Arce


De zorros y zorras

15/02/2024

Zorro, según la RAE, es una persona taimada astuta y solapada. Ladino, taimado, pícaro o cuco. Como Pedro Almodóvar, el cineasta manchego que se convirtió hace años en cabecilla de una sociedad 'offshore' en Panamá tras sus primeros taquillazos. Para los que no sabemos mucho de impuestos, pero los pagamos religiosamente, esa trama que crearon Pedro y su hermano Agustín tenía la finalidad de esconder sus dineritos al fisco español, al que tanto deben en todos los sentidos. No sabemos qué habrá sido de este asunto, pero este director universal ha organizado sus tejemanejes para huir de la codicia de la Hacienda española. Eso sí, como él es progresista y crea miles de puestos de trabajo, me río yo de eso, se le perdona todo. No como a Amancio Ortega, ese monstruo capitalista, al que tanto odian los de su cuerda. Pura ironía.
En fin, más allá de mi opinión personal sobre las películas de Almodóvar, en las que hay arte y también, para qué negarlo, apología del maltrato a la mujer, como en 'Átame', está bien que el ministerio de Cultura, las Comunidades Autónomas, las instituciones y los patrocinadores privados apoyen la cultura y el cine, además de otras actividades que a unos no pueden gustar más que a otros. Y un creador puede optar a las subvenciones, pero siempre con humildad, con proyectos de calidad y sin la prepotencia de la que hacen gala muchos de los artistas de pacotilla que van de trabajadores pero lucen las joyas más exquisitas, viven en residencias fantásticas y muestran su solidaridad por unas causas en las que nunca se mojarán, más allá de colocarse una chapa en su traje de Chanel. No les veo yo referirse a colectivos que sufren en nuestro país, salvo si son de los suyos. Qué sectarismo más ruin, ¿no? 
Luego está lo de la zorra. Volvamos a la RAE. Directamente, en una de sus acepciones, la asimila con prostituta. Teniendo en cuenta que, como dijo nuestra Mabel Lozano, al recoger su Goya por Ava, la prostitución es una de las esclavitudes que se mantiene en nuestro siglo, no es motivo de orgullo presumir de ser una zorra. No, ni es feminista ni empodera. Por cierto, ¡que hartita estoy de eso del empoderamiento! A esa misma gala de los Goya, confieso que me encanta el cine y su glamour, asistieron los Nebulossa, esa pareja compuesta por una señora que canta menos que un grillo y su indescriptible pareja, representantes de España en el próximo festival de Eurovisión. El tema en cuestión ha desatado una polémica estratosférica, con la digna dimisión de la periodista Montserrat Boix como delegada de Igualdad de RTVE, en desacuerdo con esa letra vejatoria hacia las mujeres. Eso le ha venido de perlas a los intérpretes, que se muestran tan orgullosos, como si hubieran creado una sinfonía de Mahler. Por ejemplo. Como me parece ofensivo presumir de ser zorra, amén de un atentado a las mujeres y un desprecio absoluto al buen gusto, no diré más que les deseo lo mejor a los Nebulossa, a ver si consiguen un cómodo retiro entre zorros y zorras. No merecen menos.