Ignacio Ruiz

Cabalito

Ignacio Ruiz


La cuenta atrás

08/01/2025

Ojalá que los Reyes Magos de Oriente nos traigan toda la Paz que merecemos, pero no es menos cierto que, a otros les ha traído más inquina, menos raciocinio y mucha mezquindad. 
Ante ello sólo podemos seguir trabajando, al que le dejen. También al que no le persigan, o dar ánimos a todo aquel que intenta que no le busquen la ruina con los zarpazos a base de impuestos que han empezado este mes de enero. Ánimos también a los que se enfrentan a sanciones arbitrarias en función de tus gustos o aspiraciones políticas, porque de ellos será el reino de los pleitos. 
Ánimo a todos aquellos que no quieren quedarse por los siglos en las listas del paro, a todos aquellos que buscan una segunda oportunidad con sus empresas que se han visto abocadas al cierre por el aumento de los costes productivos (luz, agua, cotizaciones, etc.). De las materias primas propias ni hablamos, porque parece que hay muchos que prefieren importarlas sin darle valor a la producción local. 
Les daremos también mucha comprensión y apoyo a aquellos que están en las listas de espera de la sanidad pública, porque la paciencia es un bien muy difícil de encontrar, aunque en esta región nos la hacen cultivar muy mucho. 
Falta personal sanitario, sí, pero la culpa es de los que enferman tanto (como dice el consejero del ramo). Faltan carreteras, sí, pero la culpa es de tantos conductores que colapsan las previsiones de tráfico que tenía el gobierno (en obras públicas tenemos consejero elíptico). 
Esto lo extraemos de las competencias autonómicas, pero si lo extrapolamos a lo nacional, qué podemos plantearnos. Vemos ejemplos como a Trudeau en Canadá dimitiendo por la presión de sus propios compañeros de partido por la deriva que estaba tomando. Vemos a los socialistas semidesapareciendo en Alemania tras haber metido la pata hasta el corvejón y dando alas a los extremos tanto en Austria, en Países Bajos y en Georgia o Eslovaquia. 
Estamos ante la inminente cuenta atrás, de algo harto importante. Nuestra mirada está en trabajar por lo que está por llegar sin dejarnos embaucar por ese mantra melancólico sobre lo bueno que es el inmovilismo sin dejar que nos planteemos qué ser de mayores, si no quieren dejarnos que seamos nada.