Recién  pasadas Las Mondas, la gran fiesta de Talavera y su comarca, me apetece escribir un par de cosas que desearía  hicieran  pensar un poco a quienes lean esto que no son más que las impresiones que a mí me han producido los últimos festejos celebrados en Talavera.
Me gustaría señalar en primer lugar y para que cada cual reciba  lo suyo, que la celebración actual tiene un protagonismo indiscutible en un pueblo, responsable de que la fiesta no se convirtiera en uno  más de los festejos de España perdidos y dilapidados para siempre. El artífice de la salvación ha sido Gamonal. Efectivamente para quienes se preocupan de estas cosas y de alguna forma se inquietan de que su tierra conserve su identidad está muy claro que el pequeño pueblo vecino ha sido el que siempre se preocupó por tener a punto su carrito 'el carrito de Las Mondas'  para participar en la fiesta talaverana. 
Eso de un carrito pequeño tirado nada menos que por dos carneros dota a la celebración de un aire y una personalidad única que los gamoninos vieron desde hace mucho, adquiriendo para sí la responsabilidad de ser los encargados de traer a Talavera elemento tan importante en la fiesta de la Virgen del Prado, antes diosa Ceres, como tan magníficamente describieron estudiosos como Caro Baroja en su libro 'Ritos y mitos equívocos'.
Lo cierto es que la celebración continúa como hace siglos y de ahí la importancia de la misma como continuación de un rito romano anterior a la implantación del cristianismo. Y ya ven, algo tan capital como esto está implantado nada menos que en la tierra del desprecio a las tradiciones y la memoria como es Talavera. Increíble.
Mérito y satisfacción talaveranas, Las Mondas indudablemente, pero mérito y valía también para los pueblos de los que es centro que vienen a Talavera año tras año a celebrar la esencia comarcal y festejar a  sus convecinos y comarcanos, una fiesta que consideran muy importante y reflejo de su personalidad: Lucillos, Sotillo de las Palomas, Marrupe, Parrilas, Navalcán, Cervera, Pepino y los demás ya saben.