Ángel Monterrubio

Tente Nublao

Ángel Monterrubio


Por Brihuega

17/07/2024

El término de la villa de Brihuega, capital de la Alcarria y ahora de la lavanda, tiene una de las extensiones más amplias de Castilla- La Mancha y con más número de anejos, que se decía antes: Archilla, Balconete, Castilmimbre, Cívica, Fuentes de la Alcarria, Hontanares, Malacuera, Olmeda del Extremo, Pajares, Romancos, Tomellosa, Valdesaz, Villaviciosa de Tajuña y Yela.
La leyenda histórica dice que Brihuega, como sitio paradisiaco, fue descubierta y puesta de moda por Alfonso VI de León, el Bravo, siendo huésped del rey de la taifa de Toledo Al-Mamún cuando fue destronado por su hermano Sancho II después de la batalla de Golpejera. Puede que el rey se acercara hasta Brihuega desde la corte toledana para tratar de olvidar sus cuitas y admirar sus ricas y feraces huertas con todos los productos imaginables, agua abundante, bosques con caza…
Entro a la villa por donde los hizo Camilo José Cela en su 'Viaje a la Alcarria': «Al lado de la fonda, el viajero se encuentra con la puerta de la Cadena, por la que se mete en el pueblo. La puerta de la Cadena tiene una hornacina con una Purísima, y debajo una lápida de mármol blanco que dice: 1710-1910. La Villa de Brihuega en el segundo centenario de su memorable bombardeo y asalto». Se está refiriendo Cela a la batalla de Brihuega que tuvo lugar el 8 de diciembre de 1710 durante la Guerra de Sucesión Española. La retaguardia del ejército aliado se retiraba de Madrid, tropas británicas al mando de Lord James Stanhope y el ejército franco-español al mando del Duque de Vendôme le dio para el pelo. La placa, allí sigue, se colocó en un acto en septiembre de 1911.
En realidad, he venido a Brihuega esta vez a ver la Real Fábrica de Paños. Sin duda es uno de los ejemplos más relevantes y relativamente conservado de arquitectura industrial del siglo XVIII en España. El director Miguel Picazo cuando en 1964 rodó 'La Tía Tula', gran película basada en la novela de Miguel Unamuno, eligió sus jardines para encuadrar algunas de sus mejores escenas. Seguro que Picazo había leído a Cela. Para Cela, lo más hermoso de Brihuega es, precisamente, ese jardín.  «El jardín de la fábrica es un jardín romántico, un jardín para morir, en la adolescencia, de amor, de desesperación, de tisis y de nostalgia». Don Camilo tiene toda la razón.