Según está el patio hay temas para comentar para una temporada, esposas, novios, hermanos, fiscales, presos... Y como en lugar de hacer autocrítica y reflexionar sobre lo que cada uno hace, la mayoría se dedican a acusar al «otro» para intentar desviar la atención sobre lo propio, me acuerdo de la expresión del Conde de Romanones, cundo dijo su célebre «vaya tropa» con motivo de una votación en la Real Academia de la Lengua. Así que voy a escaparme de esa movida y voy a hablar de un asunto más prosaico. Que hay que reciclar todo lo que se pueda, es obvio, que no hay nada mejor que hacer que el que mancha paga, también. Así que tiene su lógica que con fecha 10/04/2022 se promulgara una Ley de residuos y suelos contaminados, que adaptó a nuestra normativa la directiva europea 2008/98/CE, de lucha contra el cambio climático. El problema es que esta Ley obliga a los Ayuntamientos a cobrar una tasa que cubra al 100% el coste de la recogida y reciclaje de residuos. Y aquí surge una cuestión a debatir. En muchos de los, aproximadamente, 8.000 municipios que hay en España, no se cobra la Tasa de Basuras y van a tener que implantarla, además, la subida que puede sufrir la tasa en muchos municipios que ya la cobran, va a ser importante. Y luego está el ver cómo se adecua al principio de que se pague en función de la cantidad y tipo de basura que cada uno genere. ¿Se establecerá un sistema de medida?, ¿se relacionará con el número de personas que residan en cada domicilio? ¿cómo se regulará el cobro a los establecimientos comerciales? Como, además, llevamos unos años en los que impera el principio de que lo que hay que hacer es cobrar cuanto más mejor (con algunas honrosas excepciones), ya nos podemos preparar para que nos metan un basurazo a partir del año próximo. Y las cantidades pueden ser poco significativas para muchos, pero seguro que nos iremos enterando de los recursos que algunos ciudadanos presentarán, lo que dará lugar a una divertida situación a partir de los argumentos que se planteen. 
En fin, que no quería hablar de esposas, novios, hermanos, fiscales, presos… y he terminado hablando de basura. En que estaré pensando.