Reproduzco a continuación la carta que escribí este año a mis queridas majestades.
'Queridos Reyes Magos:
Os escribo todavía en el 2023 para pediros algo como todos los años. Siempre os he sido fiel y por eso me atrevo a solicitar lo que sé que me traeréis.
Nunca sentí la tentación de pasarme al bando del gordinflón colorado aunque poderes mercantiles, económicos y de todo tipo lleven años queriendo imponerlo para sustituiros con el traje encarnado y la risa tonta –jo-jo-jo.- La petición que hago no es tanto para mí como para Talavera y su comarca aunque estoy seguro de que si Talavera y su zona mejoran todos nos regeneraremos. Sabemos que son reformas que se necesitan y son de gran volumen y harían falta cilindros de papel en blanco, como los de imprimir periódicos para que mis peticiones cupieran en esta carta, pero resumiré: Algo esencial es contar con una comunicación fluida con Madrid que aunque ahora parezca difícil, no creo que lo sea tanto puesto que hasta hace poco Talavera y Madrid han contado con muy buen enlace. Desde niño escuché en mi casa que la empresa propietaria de una línea como la que explota el trayecto entre Talavera y la capital de España tiene la obligación de trasladar a todos los viajeros que haga falta, aunque sólo sea uno y el deber de poner los vehículos necesarios para no dejar a nadie en tierra si el primer autobús se llena; por tanto la moda aparecida en las taquillas de la empresa según la cual los viajeros pueden quedarse en tierra «porque el autobús está lleno» es totalmente postiza, sacada de la manga y sin ningún apoyo lógico ni legal. Vuelvo a repetir que soy hijo, nieto, sobrino, sobrino nieto, etc. de trabajadores y dueños que pasaron muchos años vendiendo billetes para Madrid en las taquillas de la estación de autobuses de Talavera.
Otra excusa boba es que hay billetes vendidos por Internet, como si semejante cosa interesara al que llega a tiempo a la taquilla para comprar el billete. Desgraciadamente este caos ocurre asimismo en las líneas que unen Talavera con los pueblos de la comarca con el consiguiente daño tanto para ellos como para Talavera ciudad, su comercio, sus negocios y consultas, su entidad, su afluencia y su vida entera sin que nadie mueva un dedo, ni la Diputación, ni Junta, ni ayuntamientos de Talavera o los pueblos ni nadie.
 Es todo costoso y nada fácil aunque sea imprescindible a pesar de la lógica que tiene todo y lo necesario que es esto para salir de la decadencia talaverana, pero no es todo, es que se me acabó el papel'.
La semana que viene más.