En los últimos años la oferta cultural y artística de Toledo ha crecido enormemente, ofreciendo, junto a nuestro inmenso legado histórico, muestras muy interesantes del arte contemporáneo, a veces un poco olvidado o menospreciado. Diversas exposiciones, en diferentes espacios de nuestra ciudad, van reflejando la producción de artistas actuales que enriquecen nuestro patrimonio. Estos días podemos contemplar dos de ellas, muy interesantes y próximas –ambas están en la calle Trinidad, y entre las mismas se encuentra otra exposición, la del Archivo Histórico Provincial-, que permiten releer, desde una visión actualizada y novedosa, diferentes momentos de nuestra historia y tradición.
La primera, comisariada por Pilar Gordillo, 'Vivo. Cristo: Pasión + Vida + Corazón', se encuentra ubicada en la sala de exposiciones del Arzobispado de Toledo, ofrece un sugerente diálogo entre el arte clásico y el contemporáneo, siguiendo el hilo de la Pasión de Cristo, desde la institución de la Eucaristía hasta la Resurrección. Entre las piezas antiguas destacan las figuras de María y San Juan, destinadas a algún calvario, realizadas por Narciso Tomé, aunque lo más destacable es la presencia de una serie de artistas, tanto en el ámbito de la escultura como el de la pintura contemporáneas, con obras de figuras tan relacionadas con Toledo como Guerrero Malagón o Guerrero Corrales, junto a otras del ámbito nacional, como Constanza López Schlichting, que reinterpretan la temática de carácter religioso desde una perspectiva muy actual y en ocasiones rompedora, mostrando una amplia visión del arte sacro y religioso –que no es lo mismo- contemporáneo. Personalmente, me fascinó la pintura Reflections de Karel Rodríguez Fernández.
Apenas salimos de la anterior, dirigiéndonos al Centro Cultural San Marcos, podemos disfrutar de la obra del artista toledano Alberto Romero, con la exposición 'Isabel, una Reina para la Eternidad', en la que plasma una personalísima visión de la figura de la soberana, así como del entorno que la rodeaba, siguiendo el hilo cronológico de la vida de la reina, representada en diferentes facetas y acompañada por los principales personajes que la rodearon, como el rey Fernando, el cardenal Cisneros, sus hijas o Colón. Muy significativa es la presencia de Boabdil, con las dolorosas lágrimas por la pérdida de Granada. Podemos disfrutar tanto de piezas escultóricas, con dos deliciosas representaciones en bronce y acero, como, sobre todo, de pinturas, realizadas en técnica mixta sobre tabla. Destaca la titulada Eterna Isabel, cuyo formato y ubicación atraen poderosamente la mirada, con la que el autor, en un hermoso texto que recoge el catálogo, entra en diálogo, atrapado por la mirada profunda de la reina, y que manifiesta a las claras la idea central que recorre toda la muestra, el valor que para la historia de España tiene la figura y el legado de la Reina Católica.
Una reina tan vinculada a Toledo, donde dio a luz a la futura Juana I de Castilla, y que tanto amaba nuestra ciudad.
Disfruten de ambas.