Diego Izco

TIEMPO MUERTO

Diego Izco

Periodista especializado en información deportiva


El público ‘normal’ y los charcos

17/09/2024

Afirma Lolo, un buen amigo donostiarra, que el sábado un muchachito de 24 años le mandó callar. Y él, que lleva viendo fútbol casi desde que al viejo Atocha le pusieron las columnas, lanzaba una reflexión que está muy latente desde que entre todo pusimos a Vinícius en el centro de la diana o él solito, ya no lo sé, eligió ponerse ahí: «¿No hay nada que nos proteja a nosotros, el público normal, de estos futbolistas?». Y pensé en que, afortunadamente, 99 de cada 100 tipos que van a un estadio son de esos 'normales' que describe Lolo, de talante tranquilo y aprobado en educación, seres humanos decentes que se emocionan en el estadio sin perder los papeles. Esa mayoría vive en paz los partidos hasta que 'algo' lo enciende todo. Y muchos entran en un estado de nervios y enfado en el que no se reconocen… pero sucede. ¿Qué necesidad tiene Vinícius de mandar callar al público de San Sebastián o a cualquier otro, señalarse el escudo en Las Palmas, hacer el marcador con las manos en Girona, tocarse las orejas en Sevilla, sonreír hacia la grada tras marcar en Pamplona…? Ha saltado encima de casi todos los charcos posibles. Y alguien muy inteligente le asesoró en vestir esa relación suya con las aficiones rivales con las telas del racismo (que lo hay, aunque me atrevería a decir el ratio de no racistas en las gradas sigue siendo del 99 por ciento). Pero su propia gente empieza a hartarse de tener que justificarle las trastadas cada fin de semana. El madridismo 'cabal' (sí, 99 de cada 100), el que aún cree en que los escudos implican valores y peso histórico, ha dejado de protegerle bajo cualquier circunstancia. «Sufre ambientes muy hostiles… pero es cierto que también los crea o los alimenta», es más o menos el resumen. ¿Que quién protege al público normal de estas cosas, Lolo? Un reglamento que aún no existe.