Comenzamos una temporada nueva, y por mucho que no quiera, empezar a escribir siempre me hace mirar atrás para pensar en el futuro. Y no quiero mirar atrás en lo que a lo deportivo se refiere, quiero mirar atrás en otro sentido, el de las ilusiones de una afición creciente y en expansión.
Parece que fue ayer, aquel 23 de junio cuando toda ilusión o esperanza por salir de la Tercera Federación se truncó. Todavía tengo en la retina muchos recuerdos imborrables de un partido que en lo deportivo no salió, pero que sí supuso la confirmación de una tendencia que marcó un punto de inflexión real en el CD Toledo.
Es totalmente cierto que el CD Toledo se ha caracterizado siempre, y a pesar de sus altibajos, por contar con una afición numerosa y muy fiel, y con un gran seguimiento y respaldo de la ciudad. Pero también es cierto que esta realidad se vio aumentada la temporada pasada. Sí, el CD Toledo consiguió enganchar a más afición, nuevos seguidores y más jóvenes, de esos que nunca han visto al CD Toledo en esa etapa de la que siempre nos vanagloriamos los seguidores verdiblancos que pudimos disfrutarla. Cada partido primero, y cada eliminatoria después, las gradas del Salto del Caballo se veían más llenas, y el equipo se veía superacompañado en las salidas, con centenares de seguidores en los campos visitantes.
El culmen de todo esto fue ese domingo, en la vuelta de la final por el ascenso contra el Almería B, en la que el estadio se llenó a reventar, con más de siete mil personas. Era un momento clave para conseguir que un sueño se hiciera realidad, y que todas esas nuevas ilusiones se tornaran en felicidad. Pero no pudo ser, y ahí surgieron mil y una dudas. ¿Seguiremos contando con tanta afición la próxima temporada? ¿Habrá merecido la pena todo para captar realmente a la afición? ¿Subiremos el número de abonados o se abonarán los de siempre?
El tiempo va resolviendo las dudas, y creo que el incremento de abonados es síntoma de que las cosas en esta parcela se están haciendo muy bien en el CD Toledo. Estaba claro que no todos los que acudieron a los últimos partidos se iban a abonar, pero el crecimiento está ahí, es real. Cerca de tres mil abonados creo que es una cifra totalmente récord. Y ahora, me pregunto: si habitualmente es el proyecto deportivo el que atraía a la masa social, y estos años el proyecto no ha valido, el crecimiento social que el club ha experimentado, ¿será capaz de dar el empujón definitivo a lo deportivo?
Espero y deseo que el orden de los factores altere el producto final, y todos seamos capaces de ver un CD Toledo que nos haga disfrutar domingo a domingo, de una temporada donde finalmente se logre ese ascenso y las ilusiones renovadas de todos los aficionados, de los siempre, de los nuevos, de los que se han reenganchado, se mantengan vivas hasta la celebración.