Y, ¡menos mal!, dirá Pedro Sánchez. Porque un perro nunca muerde la mano que lo alimenta. De otra forma, si fuera un congreso de personas libres, Sánchez obtendría aquella división de opiniones que refería un torero contando el resultado de una horrible faena. La división era, que unos se acordaban de su padre y otros de su madre.
Él había diseñado el congreso para convencer a todo el mundo, quizá él incluido, de que había ganando las elecciones de 2023, porque no para de proclamarlo, quizá intentando creérselo, y desde essa convicción proyectarse hasta el triunfo futuro que lo eternice en el cargo. Sin embargo le ha explotado en las manos el complot organizado en su casa para cargarse a su peor enemiga: la presidenta de Madrid.
Sin embargo, veréis con qué entusiasmo lo reciben sus correligionarios en Sevilla. Ya estoy viendo a Montero haciendo aspavientos hasta llegar al éxtasis ante la presencia del «amado líder», como llaman a Kim Jon-un y pronto Sánchez. Ya veo a Teresa Ribera, la autodenominada «perra», lamiendo la mano al líder por el cargo que le ha proporcionado por el gran mérito de humillarse ante él, como no se veía en España ni en la edad media. Se ve que Teresa Ribera no comparte la gallardía del Cid: «por besar mano de rey no me tengo por honrado, porque la besó mi padre me tengo por agraviado». Ella besa lo que haga falta.
Está claro que Pedro Sánchez ha sabido escoger, para copar los cargos de partido, congreso y gobierno a las personas con menos dignidad que ha podido encontrar. Solo así una persona tan abyecta podría asegurarse la fidelidad pese a sus mentiras y traiciones, haga lo que haga, aunque lleve a España a la mayor de las indignidades. Ese es su único mérito, no busquen otro, carecer absolutamente de moral. No busquen en él más altura que la física, ni intelectual ni moral…
Esta forma de gobernar, corrompiéndolo todo y dividiendo España de forma intencionada, para generar extremos irreconciliables, no se conocía desde que se instauró la democracia. Realmente hemos generado un monstruo a la altura de cualquier dictador. Podemos dar gracias de que España está en Europa y somos una monarquía. ¿Se le imaginan como presidente de una república de fuera de la Europa civilizada? Realmente no tendría nada que envidiar a ninguno de los muchos dictadores que ha sufrido la humanidad.
¿Alguna vez habían oído ustedes proclamarse a alguien «perro» de un cargo político, aunque sea presidente del gobierno? Pues lo hemos oído en el año 2024, no en el 1300, y se lo hemos oído a una ministra… ¿Qué se puede esperar del resto de correligionarios que están debajo en el escalafón? ¿Para qué sirve dotarse de un régimen parlamentario con trescientos cincuenta diputados si la mayoría no son otra cosa que perros fieles a quién los nombra y alimenta? Porque obviamente se eligen en unas elecciones democráticas pero para ser elegidos primero tienen que pasar por el nomenclátor del jefe, absoluto en el caso de los socialistas.
Visto lo visto, el lugar idóneo para este congreso canino hubiera sido Sierra Morena. Así rendirían honores a 'Seisdedos', 'Pasos Largos' o 'El Tempranillo'
¿Es tan difícil que unos poquitos diputados recobren la dignidad e impidan tanta tropelía? Ya, los nombraron por no tenerla…