Pilar Gil Adrados

Entre Encinas

Pilar Gil Adrados


Cordero en Navidad

19/12/2024

Nos basta con nuestras bien arraigadas costumbres culinarias para colmar nuestras mesas navideñas con una amplia gama de ricas, suculentas y apetitosas recetas, que nos hablan de nuestro origen y nuestra tierra porque están elaboradas con alimentos que nos son propios. Uno de ellos, el emblemático cordero procedente de raza autóctona. No solo por el indudable placer gastronómico que procura su carne tierna de sabor intenso e inconfundible, sino porque es la expresión del trabajo de generaciones y generaciones de nuestros antepasados para sobrevivir, seleccionando animales acoplados a la disponibilidad de recursos alimenticios que les brindaba el entorno, modelando el paisaje y creando las razas autóctonas protagonistas de los ecosistemas agrarios que hoy preservan gran parte de la diversidad biológica. 
Los ganaderos que crían estos animales, además de su trascendental contribución a la conservación de la naturaleza y del patrimonio genético español, también se esfuerzan para que el consumidor pueda identificar en el mercado sus productos, amparándolos bajo una Identificación Geográfica Protegida (IGP) para mostrar que su calidad depende, sobre todo, de su origen geográfico.
Como consumidores podemos colaborar en la preservación de este patrimonio insustituible, pidiendo en el mercado cordero etiquetado con IGP. Bien Cordero de Extremadura nacido de ovejas de razas de procedencia merina (Merina Precoz, Merino Fleischschaf, Ile de France, y Berrinchon du Cher) asociadas a condiciones orográficas y climáticas únicas de la dehesa de Extremadura. O Cordero Manchego exclusivamente de la raza Manchega que aprovecha barbechos, rastrojos, eriales y monte bajo, por ser capaz de desplazarse largas distancias sin fatiga y transformarlos con facilidad, ayudando a mantener el equilibrio ecológico de las planicies manchegas. O Cordero de Navarra de las razas Navarra y Latxa. Mientras la Latxa práctica la trasterminancia y limpia los bosques, la Navarra recorre desde el norte pirenaico al sur bardenero, cuando los pastos del Pirineo roncales se cubren de nieve, y de allí hasta las sierras de Tierra de Estella, buscando alimento y dando uso a las vías pecuarias. O Cordero Segureño de la raza ovina Segureña adaptada a las difíciles condiciones de la Sierra del Segura, trashumando para buscar alimento hasta las laderas de Sierra Nevada y las estribaciones de Sierra Morena, mientras transforma recursos bastos e indigestibles en alimentos de calidad.  O Lechazo de Castilla y León procedente de las razas Churra, Castellana y Ojalada con una alimentación basada en rastrojeras de los cultivos cerealistas de la región y pastos naturales. O Ternasco de Aragón, procedente de ovejas de razas  Rasa Aragonesa, Ojinegra de Teruel, Roya Bilbilitana, Maellana y Ansotana capaces de adaptarse a una producción rala y estacional de pastos y a los rigores del invierno. 
Aun teniendo cada cordero las particularidades propias de su origen, tienen en común que permanecen junto a las madres y se alimentan de leche materna hasta el destete. A partir de entonces, mientras las madres salen a pastar, permanecen en el aprisco donde se alimentan con piensos naturales, sin productos que puedan interferir su crecimiento y desarrollo normal.