Diego Izco

TIEMPO MUERTO

Diego Izco

Periodista especializado en información deportiva


Historias del centro del campo

29/10/2024

Hay teóricos indolentes a los que no les importa simplificar el juego al máximo y dividir a los jugadores en dos grandes grupos: los que marcan goles y los que los evitan. Y después, con la subdivisión hecha, los entrenadores deciden cuántos de aquí y cuántos de allá ponen sobre el campo, decisión de la que depende que un equipo sea defensivo y ofensivo. Una teoría que pasa muy por encima de la labor de los centrocampistas, para otros teóricos los futbolistas que realmente deciden a qué se juega: anda el Real Madrid con un fútbol errático echando de menos a Toni Kroos y agarrándose a Luka Modric mientras el Barça saca del banquillo a De Jong, Olmo y Gavi. Puede que eso y solo eso explique la diferencia actual entre el juego de unos y de otros: el Madrid carece de ellos tres, como carece de un Pedri, tal vez de un Fermín y, si me apuran, incluso carece de un Casadó. 
El muchacho, que cumplió 21 años en septiembre, es el nombre perfecto para definir los síntomas (o carencias, mejor dicho) que padece este Real Madrid de estupendos defensores y deslumbrantes atacantes… al que le falta el hilo que lo cosa todo. Y ese suele estar en las manos de los mediocampistas. Casadó, al contrario que Tchouaméni, corre mucho pero con criterio; Casadó, al contrario que Camavinga, guarda el sitio con una corrección táctica exquisita; Casadó, al contrario que Valverde, empuja al equipo hacia adelante en una presión coral, suicida y asfixiante. ¿Significa esto que Marc Casadó es mejor que Tchouameni, Camavinga o Valverde? Ni por asomo. Pero tiene 'eso' que tan bien ha trabajado históricamente el Barça y que ahora ha rescatado con suerte, fruto de la necesidad y las carencias: futbolistas que conocen el oficio de todo el mediocampo, la parcela donde nace el fútbol.