Lo han estado contando estos días y aún se escuchan ecos sobre la «aparición» de una playa de fina arena blanca en los alrededores de la Incurnia, así llamamos los toledanos a este lugar que otros están utilizando las Tenerías. En todo caso, hablamos de los mismo para situarnos. Es el comentario de la ciudad estos días y desde la autoridad municipal nos dicen que están esperando que les comuniquen los resultados del análisis del agua realizada por laboratorios.
Personalmente conozco una información al respecto que me proporcionó el académico de la RABACHT Fernando Aranda. Físico también y director del Observatorio Metereológico de Toledo durante muchos años. Estamos hablando de un experto que sabe lo que dice, no solo opina.
En sus libros 'Otros rincones el Toledo olvidado', figura ya en 2011 y 2017 que las «Tenerías era un frondoso paraje que durante la dominación musulmana perteneció a la Alfama de la ciudad tomando el nombre de Abencenia. El último rey moro de Toledo Yahaya-Qadir, rindió la ciudad a Alfonso VI con los molinos que había en sus proximidades, que fueron donados al monarca castellano, quien, a su vez, lo donó a la iglesia de Santa María. Estas playas tenían mucha vegetación y lo utilizaron los prelados toledanos como residencia estival. En 1545 hubo una gran crecida, lo arrasó por completo y los cultivos desaparecieron convirtiéndose en un gran arenal».
Lo mismo que ha sucedido días pasados, era un lugar muy visitado por los toledanos y cada año morían varias personas, pues el lugar contiene hoyas y remolinos debido al cauce del río. Respecto a la posibilidad de instalar «gangos» como los de antaño, poner piraguas u otros elementos lúdicos, no es muy recomendable, ya que, además de lo que dictaminen los laboratorios es casi seguro que la arena estará contaminada y no habrá demasiadas posibilidades de desarrollar todas las actividades que se dicen estos días que piensan ponerse en marcha. Y respecto a la «playa», ya se ve que no es la primera vez que sucede este fenómeno.