Llevo desde el pasado domingo intentando buscar explicación a la transformación que sufrió el CD Toledo entre la primera y la segunda parte, y, la verdad, me cuesta encontrarla.
Y es que sin ser una primera parte brillante, al equipo le valía lo que estaba haciendo para ser superior a un rival no exento de talento y futuro, pero que, por otro lado, me deja claro que en la capital albaceteña, todos los recursos se los lleva el primer equipo.
El equipo local, con un sistema 1-4-2-3-1 sobre la pizarra pero que se convierte a un 1-4-2-4 sobre el terreno de juego, dando total libertad para que Chupi aparezca y ocupe espacios en zonas que le permitan buscar el gol, va descaradamente de más a menos.
Una primera parte aseada, correcta, con el premio del gol para adelantarse e irse al descanso dominando el marcador, pero con la fatídica lesión, otra más, de Luna, que, sin duda, rompe la estabilidad y el equilibrio del once titular.
Y una segunda parte sacrificando a Loren, el joven canterano, en el lateral izquierdo, cuya debilidad táctica supo aprovechar muy bien el Atlético Albacete para mermar, más si cabe, a un irreconocible CD Toledo que se dejó la ambición y la intensidad en su paso por los vestuarios. Y eso que, aun así, gracias la calidad individual de sus jugadores, estuvo a punto de someter al rival en varias ocasiones que encumbraron a un extremadamente joven Juanpe bajo palos.
Sigo pensando que pocos equipos de la categoría tienen los jugadores que tiene el CD Toledo a nivel individual. Pero es muy importante que sean capaces de controlar su nivel de activación en cada partido, dando lo mejor de cada uno en pro del equipo, sin tener en cuenta factores como el rival, el resultado...
Son muchas las acciones que demuestran, jornada a jornada, o temporada a temporada, la necesidad de preparar previamente a estos jugadores para soportar el peso de esa camiseta. Algo que acompañará a su talento y preparación futbolística para evitar esa metamorfosis inexplicable que sufrieron el domingo pasado o en tantas ocasiones previas.
A pesar de la historia que esa camiseta lleva detrás, el CD Toledo no puede dejar de tener presente que es un equipo que está en la quinta división del fútbol español, y desde ahí debe empezar a construir su futuro, aterrizando primero en su verdadera realidad actual.