El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, y el embajador de China en España, Yao Jing, celebraron su tercer encuentro en apenas medio año, el primero en la capital regional. La reunión confirmó el interés del Gobierno municipal por la inversión procedente del gigante asiático, un aporte que se espera concretar en las ámbitos cultural, económico y comercial, y turístico. La visita evidenció la buena relación personal que mantienen el regidor toledano y el más alto representante de la diplomacia del país oriental. La comunidad china en la ciudad, un grupo de unos cuatro centenares de vecinos, también fue protagonista del cónclave.
La apuesta de Toledo por China cristalizará «en las próximas semanas» en el establecimiento de un nuevo hermanamiento entre la Ciudad Imperial y una urbe china por determinar, lo que supondría el primer lazo con una población de este país oriental. En el año 2018, se sugirió la posibilidad de que Chengdú, la ciudad de los osos panda, fuera la nueva hermana de Toledo y se sumara a una lista en la que se encuentran, desde hace décadas, la estadounidense Toledo, la alemana Aquisgrán o la japonesa Nara.
Velázquez ratificó su voluntad de ampliar el volumen de visitantes llegados a la ciudad desde el lejano país. La reiterada apuesta por un «turismo de calidad», una máxima remarcada de nuevo ante el emisario chino, incluye la proyección de Toledo como «un aliciente» dentro de la oferta española que compite con otros destinos de Francia o Italia. Tanto el alcalde como el embajador estimaron en 800.000 turistas, la última cifra antes de la pandemia, el nivel a recuperar en el corto plazo para el conjunto de España.
Velázquez se refirió a la oferta de «paquetes de una semana» para los turistas asiáticos que incluyan «experiencias únicas y servicios de calidad» como uno de los retos a impulsar. Además, se comprometió a adecuar las herramientas turísticas para facilitar la estancia de los recién llegados, un esfuerzo que incluye la traducción de páginas web y aplicaciones o la instalación de sistemas de pago en establecimientos de hostelería habituales en aquel país. Asimismo, el alcalde agradeció a los estudiantes que «han optado por aprender y empaparse de la cultura toledana» a través de la oferta de la Universidad de Castilla-La Mancha en su cabecera.
Respecto al potencial económico, el primer edil recordó la disposición de «las mejores condiciones de tramitación urbanística y económica» para aquellas empresas que quieran venir desde China. La ampliación del Polígono industrial, a la que aludió Velázquez, podría acoger a algunas de las iniciativas de creación de riqueza que se decidan por la ciudad.
El embajador de China en España, por su parte, definió a Velázquez como un hombre «muy activo» y elogió «sus esfuerzos por promover el desarrollo» de la ciudad. «Es joven, pero demuestra capacidad, visión a largo plazo y una ambición admirable».
Jing señaló al desarrollo de la industria turística como objetivo bilateral, un empeño para el que China puede aportar soluciones «ecológicas y digitales». Entretanto, la embajada y los cinco consulados españoles en China se afanan en expedir nuevos visados turísticos.
El embajador confesó haber visitado Toledo el pasado mes de diciembre junto a un representante del Gobierno de su país. «Es una ciudad marcada por la esencia de cultura española; se pueden percibir las huellas de la herencia cultural al ver las fachadas», aseguró. El diplomático asiático celebró el «encanto especial» que disfruta la urbe defendió la «ubicación geográfica privilegiada» de la que goza. Jing se comprometió a incluir a Toledo «al menos durante medio día» en la ruta de las delegaciones oficiales chinas por España.