El alcalde de Tembleque, Jesús Fernández, viajó el día 23 a la Feria Internacional de Turismo (Fitur). Pero el asunto más relevante lo despachó lejos del área reservada a la provincia de Toledo y a Castilla-la Mancha; el representante del municipio de La Mancha toledana localizó la parada de México y se mezcló con la representación del municipio de Otumba. La semana anterior, el día 17, el Ayuntamiento había aprobado en un pleno extraordinario el hermanamiento por el Acueducto del Padre Tembleque, una obra de ingeniería sobresaliente y excepcional en el continente americano, con un hijo de la localidad como artífice.
La idea del hermanamiento nació hace años en la ciudad mexicana con el acueducto como vínculo y la confluencia de intereses actuales como fin. «Ellos, más que nosotros, sí valoran el acueducto, y lo que supuso. Se sigue utilizando», subrayaba el alcalde en el pleno. Otumba es la localidad final de esta obra de ingeniería. Por unanimidad, los concejales temblequeños votaron a favor de la unión con el municipio norteamericano.
Un costado de la puerta de entrada del Ayuntamiento de Tembleque incorpora una placa de cerámica de Talavera datada en 1985. Por entonces, el colegio mayor hispanoamericano 'Nuestra Señora de Guadalupe' (ahora, 'Colegio Mayor Guadalupe') reconocía a la localidad por «el ejemplo grandioso de mestizaje cultural que salió del encuentro de los pueblos de Méjico con España». Los azulejos mencionan a Fray Francisco, un temblequeño del siglo XVI que capitaneó una obra faraónica que mereció la inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco en 2015. Hace ahora 454 años que finalizó la construcción del acueducto entre Zempoala y Otumba.
Acueducto del Padre Tembleque en México. - Foto: Estado de MéxicoUna calle recuerda también la valía de Fray Francisco de Tembleque, de cuya vida en el municipio apenas hay datos. Pero que fue conocido por su lugar de nacimiento, como era costumbre. Otra placa, esta de hierro, brinda desde septiembre de 2010 el homenaje de la sociedad médica hispano mexicana al «protector de los indios mexicanos» en esa misma calle Fray Francisco de Tembleque.
El conocido como Acueducto del Padre Tembleque, de unos 48 kilómetros de extensión con el sorteo de accidentes geográficos, fue incorporado el 5 de julio de 2015 a la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco como una candidatura presentada por México. Este sistema hidráulico fue construido entre 1554 y 1571 (o 1572) por 40 comunidades indígenas que aportaron 400 canteros, ayudantes, albañiles, peones o capinteros. La obra consiguió llevar agua a pequeñas poblaciones del altiplano mexicano, entre los actuales estados de Hidalgo y México.
«Es la obra hidráulica más importante del siglo XVI en América y uno de los ejemplos y emblemas del mestizaje porque en ella se combinan técnicas recomendadas por el arquitecto renacentista León Bautista Alberti, con el uso de técnicas y materiales de uso prehispánico, como el bruñido, que es un adherente en que se combinan cal, agua, baba de nopal y miel de abeja», explicaba en 2014 el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) tras los trabajos de restauración de la arcada mayor.
El acueducto incorpora también un registro gráfico de la expresión cultural indígena, como glifos de chimalli (escudo), calli (casa), pantli (bandera) o acatl (caña). «Como indica el Patronato del Acueducto Tembleque A.C. con sede en Zempoala, se trata de la obra mestiza indo hispana de relevancia mundial digna de ser catalogada como Patrimonio de la Humanidad incluida en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco», subraya el Ayuntamiento de Tembleque en su página de internet. Y apostilla:«Dejando arcadas de una belleza extraordinaria, así como de una dificultad técnica muy elevada para la época en que se ejecutó, en las cercanías del poblado de Tepeyahualco, salvando desniveles de más de 35 metros de altura con la ayuda de su ingenio y la experimentada mano de obra indígena en el arte del corte y talla de la piedra de la zona, como lo atestiguan las cercanas pirámides de Teotihuacán».
La historiadora María Castañeda detalla que Fray Francisco de Tembleque llegó a la Nueva España en 1542, con 32 años. Once después, encabezó el proyecto. Buscó entonces el agua y la encontró en los manantiales ubicados junto al cerro Tecajete, en el término de Tzacuala, actualmente municipio de Zempoala. «Hay varias pruebas que dan fe de que Tembleque tenía conocimientos de arquitectura e hidromensura», destacaba la autora en un artículo en 'Arqueología Mexicana'.