Las altas temperaturas, la escasa presencia de humedad relativa y la aparición puntual de rachas de viento dispararon el riesgo de incendios forestales en la provincia durante el día ayer, un escenario que se recrudece en la jornada de hoy y se reproducirá en algunas de las sucesivas, fechas para las que las previsiones meteorológicas auguran un escenario muy parecido al de los dos últimos días.

El mapa del índice de propagación potencial (IPP) de incendios forestales se tiñó en la mayor parte del territorio provincial de color naranja, un código que alude a un riesgo muy alto; aunque la peor parte correspondió al extremo occidental de la provincia: en diferentes localidades de la Campana de Oropesa, la Sierra de San Vicente, la Jara y los Montes de Toledo se determinó un riesgo extremo, una alerta marcada con el color rojo. El mercurio se disparó en la franja oeste del territorio, un área, además, con una mayor presencia arbórea que otros puntos de la provincia. La incidencia menguó hasta el nivel alto, el de rango menor entre los registrados ayer (el tercero en una clasificación de cinco), en apenas seis municipios emplazados en la Mancha toledana. 

Para el día de hoy, el riesgo extremo se extiende por buena parte de la provincia, con el valle del Tajo, la Montes y la Mancha como escenarios con mayor potencial de peligro.

El servicio regional de prevención y extinción de incendios forestales (Infocam) explica que el IPP es «un indicador que determina la intensidad, el desarrollo y la dificultad de extinción que un incendio forestal podría llegar a alcanzar en un momento y en lugar determinados». Al cierre de esta edición, solo se informó de un pequeño incendio en la provincia ayer, en Sevilleja de la Jara, aunque mantener la precaución y evitar conductas peligrosas se antojan fundamentales.

Hasta la fecha, no se han registrado fuegos de gran envergadura en la provincia. Las temperaturas frescas de junio favorecieron un arranque tranquilo de la campaña contra incendios. Hasta mayo, la superficie arrasada por las llamas era inferior a las 10 hectáreas, una cantidad testimonial e inferior a las 260 consumidas en los cinco primeros meses de 2023.

La temperatura máxima de la provincia se registró ayer en Talavera, con 43,4 grados. Las estaciones que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene repartidas por la provincia constataron un calor extremo, con temperaturas varios grados por encima de las habituales para esta época del año (por otra parte, una de las más calurosas). En la ciudad de Toledo se midieron 42,3 grados; en Madridejos, 40,9 grados y en Quintanar de la Orden, 38,8 grados. La estimación que ofrece la Aemet para los próximos días en los diferentes municipios toledanos extiende, al menos hasta el domingo, este episodio tórrido, la primera ola de calor del verano.

RECOMENDACIONES. Más allá de las pautas para evitar incendios, entre otras, el cuidado con determinadas actividades agrícolas o el control sobre las colillas de tabaco, se prescriben diferentes medidas de prevención para proteger la salud ante el episodio de intenso calor que recorre la provincia.

Las personas mayores, los niños y aquellos con enfermedades crónicas o problemas de movilidad son los principales grupos de riesgo ante las elevadas temperaturas que se sufren. Las recomendaciones habituales incluyen la ingesta regular de agua para escapar de la deshidratación. También se pide evitar la actividad física en las horas centrales y minimizar la exposición al sol. Los golpes de calor suelen manifestarse con síntomas como mareos o pulso acelerado.