Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


La torpeza gripa el motor

29/08/2024

Desde que se acabaron las mayorías absolutas, tanto en las elecciones generales como en la mayor parte de las autonómicas,  

se ha impuesto la necesidad de los pactos y de las extrañas parejas de cama con la interacción entre las composiciones de los parlamentos y de los intereses partidistas. El ejemplo más claro es el apoyo Frankenstein que sostiene al Gobierno en el Congreso. Pero al mismo tiempo uno de los socios, el PNV gobierna en coalición con los socialistas en el País Vasco, y en Cataluña es ERC quien da sustento al PSC y también lo hace a Pedro Sánchez. Por su parte, el PP, aunque Vox ha salido de los gobiernos autonómicos, le sigue prestando el apoyo parlamentario. Salvo en el País Vasco donde el PSE-EE podría cambiar de socio y apoyar a EH-Bildu -un salto suicida- en ninguna otra parte se pueden promocionar mociones de censura que no dieran lugar a pactos contra natura. 

La urgencia del PP por presentar cartas credenciales es tan acuciante que muchos de sus movimientos le inducen a la torpeza. Así se lo hizo notar el portavoz parlamentario del Grupo Vasco, Aitor Esteban, a su homólogo del PP, Miguel Tellado, quien le había recriminado que sus militantes no entenderían que salvara al Gobierno de dar explicaciones por la situación en Venezuela donde existe una numerosa colonia de procedencia vasca. "Torpe, que eres muy torpe", le dijo Esteban en un tuit en el que además le recordaba que de esa manera será muy difícil que les den su apoyo si necesitan sus votos para que Núñez Feijóo alcance La Moncloa. Aun teniendo en cuenta la facilidad con la que los políticos olvidan sus palabras y críticas ante las prebendas del poder -el PNV es un experto en la materia- los ataques furibundos no parecen la mejor forma de cortejar a quien quieres seducir. Como el propio Aitor Esteban le dijo a Núñez Feijóo durante su fallida pretensión de ser investido presidente el Gobierno, "Alberto tu tractor tiene gripado el motor, por usar aceite de Vox". por lo que el PP no tiene otra alternativa, para poder prescindir del apoyo de Vox, que trabajarse el voto de otros dos partidos de derechas como el PNV y Junts, un partido "cuya tradición y legalidad no está en duda" a pesar de que aún no ha abandonado el 'procesismo'.

La forma de oposición que realiza el PP es tan cortoplacista que no tiene en cuenta que si llega al Gobierno tendrá que lidiar con los problemas que ahora trata de resolver el Gobierno y que no podrá aplicar las soluciones que ahora propone, ni en el caso de Venezuela, ni en el de las migraciones irregulares. El PP quisiera que el Gobierno, además de calificar como una dictadura al gobierno de Nicolás Maduro, reconociera como presidente venezolano al opositor, Edmundo González, -cuando toda la comunidad internacional está expectante y no quiere repetir un caso similar al de Juan Guaidó- y que lidere la oposición europea al gobierno chavista. En este sentido la propuesta del PP recuerda mucho a la "posición común europea" sobre Cuba, que impulso José María Aznar, a la que la UE puso fin veinte años después de que no obtuviera ningún resultado mediante un acuerdo de cooperación entre las partes. La posición del Gobierno -salvo llamarle dictador- es la misma que mantienen los principales países, que no darán validez a la victoria de Maduro mientras no presente las actas electorales que lo certifiquen. Y con buen criterio el Ejecutivo considera que es más útil ser capaz de mediar que una ruptura abrupta con el régimen venezolano.  

Y otro tanto ocurre con la posición de Feijóo sobre la política migratoria y el viaje de Pedro Sánchez a Mauritania, Gambia y Senegal, despachadas  como un intento de "promocionar" a España como destino de la migración irregular y de provocar un efecto llamada, sin tener en cuenta que, cuando llegue a La Moncloa, las migraciones irregulares entre las fronteras más desiguales del mundo no van a desaparecer como por ensalmo, salvo que aplique la receta de Vox de interponer barcos de la Armada -una caricatura- o se vulneren los derechos de los migrantes que pongan un pie en territorio español. Las prisas no son nunca buenas consejeras y menos si inducen a la torpeza.