Desde hace años se viene experimentando una división más que aparente en los diversos actos que condenan la violencia contra las mujeres, desde las grandes convocatorias hasta los primeros martes de cada mes en los que se celebra un encendido de velas por las víctimas de esta lacra social. Quizás, incluso se ha agravado durante esta legislatura con la llegada de PP-Vox al Gobierno municipal y con la ausencia del término 'Igualdad' en la concejalía competente. Sea como fuere, la segunda sesión del Consejo Local de la Mujer en la etapa del bipartito ha buscado hallar consensos y enterrar las diferencias. Pero no lo han conseguido.
Esta temática ha sido la esencia general de un consejo de varias horas de duración. La propuesta de acabar con la división ha llegado por varias partes, desde las asociaciones que han comentado la desilusión y el sufrimiento vivido durante la marcha del pasado 25 de noviembre, pasando por los que han revelado los comentarios de la sociedad que ahondan en que «si no se unen ellas mismas no van a conseguir nada» hasta la propia parte del Gobierno local que, en voz de Marisol Illescas, preguntó en reiteradas ocasiones «¿qué necesitáis de este Gobierno para que abandonemos la división?».
La respuesta de las asociaciones fue clara, que todas y cada una de las fuerzas políticas abandonen el partidismo en esta causa. Desde Izquierda Unida, la que fuera concejal la pasada legislatura, Olga Ávalos, ha defendido que órganos como el Consejo de la Mujer y la Plataforma 8M Toledo no tengan porqué acudir juntas a las manifestaciones, «porque el Consejo tiene unas normas que cumplir y la plataforma es un movimiento social que sigue sus propias creencias», por lo que dio a entender que por su parte se seguirán marcando distancias.
Por parte del Grupo Municipal Socialista, la ex concejala de Igualdad, Ana Abellán, señaló que «aparte de la nomenclatura de la concejalía, el problema real es que hay un partido -en referencia a Vox- que niega la violencia de género y está en el Gobierno municipal», marcando también distancias al respecto de una posible reconciliación.
Otro de los puntos calientes del consejo tuvo que ver con la marcha del 25 de noviembre, en lo que respecta a la parte organizada por el Ayuntamiento, ya que varias asociaciones mostraron su rechazo a que en ella participara el concejal de Promoción Económica, Juan Marín, de Vox, porque a juicio de estas provocó que «muchas personas renunciaran a unirse a esta marcha».
Al respecto, la concejala de Familia y Asuntos Sociales, Marisol Illescas, argumentó que ella «no es nadie» para echar a un compañero de una manifestación cuando éste quería apoyar la causa. La presidenta del consejo, por tanto, aseguró que ella y los miembros de su partido darán «un paso adelante» en las próximas convocatorias, pero manifestó que si el entendimiento depende del nombre de la concejalía o de echar a Juan Marín de manifestaciones tiene poca solución, porque son «condiciones ineludibles».
En otro orden de cosas, el Consejo Local de la Mujer también ha valorado positivamente la pasada programación del 25N, pero ha acordado que para los próximos años, las actividades más lúdicas como por ejemplo la batukada se enclaustren únicamente en el 8M, al ser de cáracter más festivo y la efeméride del mes de noviembre «una lucha en la que no hay nada que celebrar».