Las fuertes lluvias registradas a lo largo de la jornada del viernes han dejado un rastro que durará semanas en algunas zonas de la comarca.Es el caso de Talavera la Nueva, donde cada vez con más frecuencia y con más virulencia se están repitiendo las inundaciones. La circunstancia se empieza a hacer habitual, aunque, como señala José María Miguel, de Africama, «esto no ha pasado nunca». 

Al menos diez explotaciones ganaderas de Talavera la Nueva y numerosos cultivos  han resultado afectadas por el desbordamiento de arroyos y, además de los daños directos sufridos, tardarán todavía semanas en recuperar la normalidad. «El agua tiene que rebosar por algún sitio y ha saltado a las granjas», explica Miguel, para quien los problemas persisten por las malas condiciones que presentan los habitáculos de los animales, además de la limpieza pendiente, el estrés que pueda repercutir en la producción y las posibles enfermedades que conlleven.

Todo ello, explica, porque no se pone solución a una situación que se lleva denunciando años y que «es de sentido común»: «Los arroyos principales llevan años, años y años sin limpiarse; en verano son los incendios y ahora las lluvias», añade el responsable de Africama. En este sentido, la organización reclama a la Confederación Hidrográfica del Tajo la limpieza de los cauces de los arrojos, en los que se acumula la maleza y la suciedad, que cuando crece el cauce provocan los atascos y desbordamientos, cada vez por una zona diferente. 

La falta de limpieza de arroyos inunda al menos diez granjasLos ganaderos quieren expresar su protesta en forma de denuncia para reclamar una solución: «De otoño para acá, cada vez pasa más y cada vez las consecuencias son más graves», añade José María Miguel. «¿Yahora quién paga los platos rotos?», se pregunta.

También Asaja se ha sumado a las peticiones para que se actúe en los arroyos y ha denunciado que el cauce del arroyo Alcañizo se ha desbordado ya dos veces en lo que va de año a su paso por el término municipal de Oropesa y zonas aledañas, como consecuencia de la lluvia copiosa caída en poco tiempo y de la falta de actuaciones de limpieza y acondicionamiento del arroyo por parte de la CHT. Otro tanto puede decirse del río Gévalo y del resto de cauces de la comarca de Talavera, en los que se echan en falta trabajos de desbroce y mantenimiento en los últimos tiempos, situación que está facilitando que, cada vez más, tapones de sedimentos y maleza obstaculicen el curso del agua y se sucedan con más frecuencia desbordamientos e inundaciones. 

Más fotos: