El mercado de abastos ya tiene un hueco prioritario en la agenda municipal con un proyecto novedoso que acaba de salir a licitación, con un precio de 1,5 millones de euros, financiados al 80% por fondos europeos 'Next Generation', con la intención de que la rehabilitación pueda llevarse a cabo lo antes posible, dado que se maneja un plazo de ejecución de seis meses, y pueda estar finalizada en septiembre. 

'Vértice Estudio', la empresa encargada del proyecto, plantea  una rehabilitación integral de este edificio singular, ya que fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1998, buscando garantizar la eficiencia energética, puesto que actualmente el gasto «resulta desproporcionado», como se indica en la memoria del proyecto, pero no se plantea ni modificar la estructura ni las alturas, con lo que se mantendrá un edificio con planta pentagonal irregular de 1.200 metros cuadrados, en dos alturas, una semisótano, usada como almacén y garaje, y una segunda a pie de calle. 

El estudio encargado del proyecto conoce a la perfección el edificio, puesto que también desarrolló hace un par de años un proyecto de redistribución y diseño para la empresa Unide, promotora del supermercado, y ha realizado más de una docena de visitas técnicas que le han permitido presentar un proyecto de remodelación completo que se permite realizar distintas sugerencias para modernizar y optimizar los espacios. 

El proyecto integral del mercado de abastos está en licitación - Foto: D. Pérez y Y. LanchaEn la actualidad, el mercado dispone de once puestos, seis de ellos con actividad, y un supermercado en la planta de acceso. Al margen de la renovación del solado, la iluminación, la retirada de la subestructura decorativa de la cubierta y de la mejora estética, 'Vértice Estudio' sugiere una nueva distribución zonificando los seis puestos en el mismo frente, que no se recoge en los planos ni en rehabilitación, pero lo indica porque no supondría más presupuesto y sí  una modernización notable. 

De esta manera, «se consigue que la zona de tránsito público jerarquice la entrada principal y se conecte con la entrada secundaria y accesible, facilitando los recorridos internos y generando una zona de cafetería abierta para el descanso del visitante».

En la documentación del proyecto se explica que esta agrupación de puestos también favorece «la posibilidad futura de conseguir una doble altura de uso hostelero-turístico que permite contemplar el interior del edificio y disfrutar de las vistas a la Catedral».

Por otra parte, el proyecto plantea modificaciones para que el supermercado, que ocupa 715,7 metros cuadrados contando con las áreas privadas, duplique el espacio de uso del personal mejorando la distribución mediante la agrupación de los puestos de mercado en desuso que permitiría añadir los vestuarios en la misma planta y el espacio de oficinas en la doble altura.

De momento, se desconoce si la marca Unide podrá o no llevar adelante el proyecto de interiorismo y modernización que firmó este mismo estudio de arquitectura hace un par de años. Fuentes consultadas confirman que la idea es modernizar el supermercado y para ello cuentan con un proyecto, pero de momento no apuntan más a la espera de ponerse en contacto con la administración municipal una vez que se ha sacado la licitación de la reforma integral de este mercado municipal.

Lo cierto es que hace un par de años desde Unide se planteó la posibilidad de aprovechar la remodelación del edificio para poner en marcha un proyecto de supermercado con un concepto más moderno y similar a otros mercados, como el de San Miguel, en Madrid, o el Mercado Central de Valencia. Por ahora, la iniciativa está en el aire, pero el equipo redactor del proyecto también la ha incluido en el pliego de prescripciones técnicas de esta rehabilitación integral a modo de sugerencia y subrayando que la mejora de la distribución no encarece el presupuesto.

 Condicionantes. El hecho de que el edificio tenga valor patrimonial 'M' y esté catalogado como monumento obliga a extremar las precauciones durante la ejecución de las obras y a plantear una serie de actuaciones que se ajusten a las necesidades y las posibilidades del inmueble. En este caso, el proyecto propone la eliminación de la subestructura de color amarillo de la cubierta y se retirarán los conductos de climatización que rompen la estética y ocultan la cubierta original para optar por una climatización de bajo impacto visual. La idea pasa «por devolver el protagonismo a la estructura de cerchas de acero roblonado y la tablazón de madera de principios de siglo XX».

El proyecto cuenta con el informe favorable de la Comisión Especial para el Patrimonio Histórico, un trámite obligatorio en este tipo de intervenciones. Si bien, se ha tenido que llevar a cabo una modificación importante porque no permite abrir un hueco a modo de ventanal en el muro interior norte «porque la visualización del patio y el lucernario central desde el acceso principal no justifica la alteración de la estructural original de este Bien de Interés Cultural». 

Salvo esa condición, la comisión emitió su dictamen favorable sin más y la tramitación del proyecto sigue su curso, en estos momentos con una licitación convocada, para iniciar las obras en breve.