Los accidentes que se produjeron en las carreteras de la provincia de Toledo segaron la vida de 31 personas durante 2023, un registro que empeora los 18 fallecimientos acumulados en el pretérito 2022. El dato provincial del año recién finalizado iguala la siniestralidad de los ejercicios de 2016 y 2021, y se sitúa como el segundo peor ejercicio tras 2017, cuando se alcanzaron las 46 víctimas mortales.

Durante la última década se han constatado 279 óbitos por accidentes de tráfico en las vías interurbanas de la provincia, lo que supone un media anual aproximada de 28 víctimas. En el conjunto de España, la cifra de vidas desaparecidas por tal causa escala hasta las 11.080 personas. Así, el 2,5% de los fallecidos en sucesos relacionados con el tránsito en todo el país se han producido en territorio toledano.

De las 31 muertes en carretera a lo largo de 2023, cinco se registraron en los dos últimos días del año. Las jornadas del 30 y el 31 de diciembre, especialmente la primera de ellas en orden cronológico, marcaron de manera negativa el final de un mal año para la seguridad vial en la provincia.

El sábado 30 de diciembre, víspera las celebraciones de Nochevieja y Año Nuevo, perecieron cuatro personas por siniestros de conducción: tres accidentes diferentes se saldaron con la muerte de cuatro personas. Un choque frontal en la carretera TO-2421, dentro del término municipal de Villaluenga de la Sagra, produjo el fallecimiento de los conductores de los respectivos vehículos implicados en la colisión. Una mujer de 19 años y un hombre de 26 perdieron la vida en un incidente que se registró poco después de las 15.00 horas. Sobre las 19.30 horas, un percance en la N-401, a la altura de Burguillos, provocó la pérdida de una mujer de 31 años. El impacto entre una furgoneta y un turismo dejó, además, cinco heridos de distinta consideración, incluidos tres menores. Una hora más tarde, el choque de un vehículo con un autobús en el kilómetro 110 de la N-V, a su paso por el término municipal de Talavera, causó la muerte del conductor del automóvil; la cifra de heridos por este siniestro se elevó hasta los 17 afectados, todos pasajeros del servicio de línea regular entre la ciudad de la cerámica y la capital española.

Por su parte, el 31 de diciembre, pocos minutos antes del cierre de 2023, falleció un varón tras salirse de la vía el coche que conducía cuando transitaba por el kilómetro 94 de la autovía A-5. Los dos hombres que lo acompañaban resultaron heridos.

El operativo especial de tráfico durante los festejos navideños, desde el 22 de diciembre hasta el 7 de enero, situó a Toledo como la segunda provincia española con mayor número de muertes en este periodo, solo por detrás de La Coruña.

SIN FALLECIDOS EN 2024. En los primeros 16 días del nuevo año, no se ha registrado ninguna víctima mortal por accidente de tráfico en las vías interurbanas de la provincia, un dato parcial que mejora al del mismo periodo del año anterior, cuando hubo que lamentar un deceso por esta causa.

«En su mayoría, los siniestros de tráfico son evitables», aseguró el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska durante la presentación del balance de siniestralidad víal correspondiente a 2023. El responsable gubernamental hizo un «llamamiento a la responsabilidad de los conductores» y recordó que las mejores medidas para mejorar unas cifras persistentes son «evitar las distracciones, respetar las normas de circulación y usar los sistemas de seguridad».

Las autoridades insisten en la prudencia (especialmente, con episodios meteorológicos extremos), la atención (sin distracciones de tipo tecnológico) y en una conducción segura sin que medien alcohol ni otros estupefacientes.