El Club de Piragüismo Talavera-Talak ha vuelto a sufrir actos vandálicos en su sede. Así lo ha denunciado públicamente en una nota de prensa. Ocurrió en la tarde del 19 de febrero y con la presencia de varios socios del club; según se explica en el escrito, dos jóvenes "no tuvieron problema en extraer algunas de las piedras que sirven de soporte y contención de arenas del puente de hormigón que une la playa de Los Arenales con la orilla del club para romperlas y tirarlas al agua". Ante esto, llamada a la Policía Local, cuyos agentes echaron a estos individuos. Por otro lado, se da la circunstancia de que el mencionado puente sufrió desperfectos con la Dana de 2023, que no se repararon, con lo que es imposible el acceso a vehículos a la playa.

"A todo esto hay que sumarle el mal aislamiento de las instalaciones (muchos años con poco o ningún mantenimiento, muchos cambios de normativas, etc.) que, unido al apedreamiento de los cristales, hacen que practicar este deporte en invierno se complique cada año un poco más", asegura Talak.

Aunque en el mes de septiembre se instalaron por parte de servicios municipales los soportes que iban a servir para la ampliación de vallado donde guardar carros y furgonetas en un espacio sin uso anexo al club, "nunca ha llegado a acometerse". La sensación en Talavera-Talak es que se repetirá el robo del carro para transportar las embarcaciones ocurrido en diciembre. Y es que "recientemente se ha vuelto a observar hasta en dos ocasiones al autor del robo y al vehículo implicado en las inmediaciones del club, interactuando incluso con él varios socios, con el miedo que suscita que nuevamente y a pesar de estar plenamente identificado, decida volver a robarlo".

Los vándalos vuelven a cebarse con la sede de Talak - Foto: L. T.

Lo mismo sucedía con la puerta que divide el embarcadero y que servía para aislar las instalaciones, impidiendo a los vándalos arrojar material al río, como ya ha sucedido en ocasiones anteriores, pero que no impida la celebración de competiciones. Se tuvo que retirar en un momento dado y no volvió a instalarse, quedando en su lugar unas vallas metálicas que de poco o nada sirven para la función perseguida.

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"Las conversaciones con los responsables del Ayuntamiento y las peticiones de actuaciones son continuas para solventar estas necesidades, aunque el sentimiento es que 'la espera también es continua', pone de manifiesta Talavera-Talak.