Lleva nueve años de consejero de Sanidad, ¿qué balance hace?
Positivo. Es un orgullo, un agradecimiento al presidente García-Page que pensase en mí, que me haya mantenido y que haya visto en las políticas sanitarias uno de los objetivos principales para mejorar la vida de la gente. Evidentemente lo es, pero además hay que apostar. En el 2015 cuando llegamos en julio, me pidió remontar: hay que volver a tener la política sanitaria que teníamos, a tener los recursos, a tener las personas. Nuestra idea en la segunda legislatura era consolidar, pero tuvimos que dedicarnos al COVID, y ahora estamos en ese periodo de consolidación y pensando en la innovación. Tenemos la R de recuperación, la C de consolidación y ahora estamos en la I de innovación. Estoy muy contento de haber participado de esta revolución con capacidad de mejora.
Al margen de la pandemia, ¿cuáles han sido los principales retos a los que ha tenido que hacer frente en estos nueve años?
«Este año queremos aprobar la Ley de Garantías»Empezando por orden cronológico, lo primero fue al desastre emocional con el que nos encontramos. Habían sido 4 años de gobierno del PP en los que se instaló el recorte. Yo soy trabajador de este servicio de salud y notábamos cómo, día a día, íbamos perdiendo poder, perdiendo gas. Por lo tanto, había que recuperar. Me encontré con 3.000 personas fuera del sistema y con otros 5.000 que querían estar fuera. Éramos la comunidad con mayor obsolescencia tecnológica, con las obras todas paradas... pendientes de indemnizar. Eso fue una situación en la que hubo que remangarse, en la que tuvimos mucha ayuda de los profesionales, tenían muchas ganas de volver a la carga emocional que habíamos tenido antes, y creo que fue la parte más dura pero también muy bonita.
Luego nos encontramos con otro reto importante que era volver a tener pronto todo lo que se tuvo. Hemos ido consiguiendo prácticamente todo lo que teníamos, incluso mejorando. Si conseguía más profesionales, lo importante no es conseguirlos, es que se queden. Si conseguía más tecnología, lo importante no es que venga, sino después tener personas para que la manejen.
Y por fin el último reto importante era el tema de lo que hay alrededor de la asistencia, como es la docencia, la investigación, la formación... que esto estaba por los suelos. Así que tuvimos que recuperar toda la formación de especialistas. Con la investigación pasaba igual, estaba todo disperso, hemos creado el instituto y era otro reto importante. Y luego con la formación en ciencia de la salud, si miramos los números, los rankings del MIR, del EIR, pues estamos muy bien posicionados.
Y de la pandemia, ¿qué ha aprendido el sistema de salud de Castilla-La Mancha?
Aprendimos a sufrir un poco más. No había ningún día bueno. No recuerdo ninguno, hasta que vino la vacuna y empezaron a ser días mejores. No eran buenos, pero eran mejores. ¿Qué aprendimos? Pues aprendimos a sufrir más; aprendimos a estar juntos, a pensar que juntos era más fácil; a valorar mucho el sistema, a valorar que si no hubiésemos recuperado el sistema, qué hubiese sido de nosotros. Si no hubiésemos recuperado las camas que estaban cerradas, si no hubiésemos recuperado a más de los 3.000 profesionales que estaban... Llegamos a ser la comunidad que más profesionales contrató en términos relativos, pero en términos absolutos la segunda después de Madrid. O sea que dijimos, era importante recuperar esto. Tuvimos muy poca ayuda del PP, era un ataque continuo a las actuaciones que hacíamos en todas las comunidades. Nosotros nos reuníamos en el Consejo Interterritorial todos los días, prácticamente, con los ministros que había en cada turno. Nos tocó con Salvador Illa y luego con Carolina Darias, a los que solo tengo palabras de agradecimiento. Yo vivía en el Palacio de Fuensalida con el presidente, si algo mejor puedo decir de aquellos momentos —no digo bueno, porque bueno no había nada— era que estábamos hechos una piña. El presidente y yo hablábamos 20 veces al día. Las noticias que yo daba ninguna era buena, lo que pasa es que poco a poco vimos viendo que el tema de la vacuna nos podía dar luz. Agradezco mucho a Emiliano la alegría que compartí con él el día de la vacuna, agradezco mucho hasta llegar allí todo el dolor que compartimos juntos. Agradezco mucho los ánimos que me daba cuando yo decía que no tenemos ayuda de nadie.
Y la sociedad tuvo un comportamiento ideal. Hemos aprendido a vivir una situación límite, hemos aprendido a saber que somos muy vulnerables, que un pequeño organismo nos puede machacar, que la salud por sí sola, la salud humana, no es suficiente, que tenemos que pensar en el One Health, en una sola salud. En que la salud animal, la salud ambiental y la salud humana es quien compone este lema de la OMS y que es en lo que tenemos que pensar de futuro.
Actualmente, hay un repunte de casos de COVID. ¿Cómo está la situación en Castilla-La Mancha?
Hemos estado un poco más arriba de la media, y ahora estamos un poco por debajo de la media. Nos mantenemos ahí, porque estar en el centro del país te hace que aquí haya mucho movimiento de todos sitios. Entonces, nos movemos un poco siempre alrededor de cómo se comporta el país. Ayer mismo recibí a los datos de que hemos bajado muchísimo en la hospitalización. Cuando más hemos tenido estábamos en torno al 20% de uso de camas, muy bajo. Pero ya ayer estábamos por debajo del 14% y va bajando. No estoy hablando solo de COVID, es de infecciones respiratorias, porque el COVID es una más. Ya vive con nosotros como una más a la que hay que prestarle mucha atención.
¿Piensa que se pueda vivir en un corto plazo de tiempo una pandemia similar?
Hay que pensar que sí. Yo creo que despreciar que esto pueda ocurrir es un error. Seguramente hemos aprendido a cuidar un poco más la salud de todo tipo, también la salud animal. Pero no estamos exentos de otro SARS-CoV-2 o de otro virus que nos atente. Hay que ser muy cuidadosos y saber que no hay fronteras, que ocurra dónde ocurra tenemos que estar expectantes y cuidarnos mucho. Aparte de las vacunas, que creo que es el gran poder, cuidar mucho la higiene personal ayuda a que estas cosas ocurran menos.
Antes le pedía un balance de los nueve años y ahora le pido proyección de sus retos de cara a esta tercera legislatura.
Nosotros ahora estamos en la I de innovación. El año que viene termina nuestro plan de salud. En ese plan contemplamos alcanzar un proyecto de investigación importante para toda la región, que la Atención Primaria sea el fundamento, el proyecto para todos los procesos, y que hablemos de prevención y de promoción. Esto hasta el año 2025. Ahora estamos trabajando y pensando en innovar sobre lo que ya estamos haciendo, innovar en este cambio de modelo de hablar de salud. Las personas tenemos que formarnos, educarnos y convencernos de que los cuidados sobre nosotros mismos es lo que nos va a dar la salvación de los siguientes 30 años. Tenemos que procurar no enfermar, tenemos que procurar estar lo más sanos posible, a través de una buena alimentación, del ejercicio físico, de la felicidad, de dormir bien, de descansar, de no estresarse, de trabajar lo oportuno, lo adecuado… Pero también utilizar el descanso, aprender a vivir para la salud, que haya menos enfermedades crónicas... en definitiva, una población más sana, que sea más activa, que genere más riqueza, genere más empleo y enfermemos menos. Habiendo menos enfermedades crónicas, primero, podremos salvar mucho más al sistema desde el punto de vista de la sostenibilidad. Y segundo, si vamos a vivir más, que es el horizonte claro que hay por delante en los siguientes años, tenemos que vivir mejor; porque vivir más para estar hecho un desastre, pues no merece la pena. Así que el modelo al que nosotros aspiramos es hablar de salud, no hablar de sanidad.
Otro de los grandes retos es formar a los profesionales en lo que nos viene, que es que las enfermedades crónicas estén bien tratadas, que haya muchos cuidados, que no todo está en salvar la enfermedad que se tiene, sino el entorno general de la persona. Y otro reto importante es el talento, que no se nos escape. Desde el punto de vista de la investigación, de la prestación asistencial, de la formación que hacemos a nuestros especialistas...
Va por su tercera legislatura y es uno de los consejeros más veteranos. ¿Piensa en la jubilación?
Obligatoriamente. No puedo dejar de pensar en ello. Esto es naturaleza. Voy a cumplir 64 años y necesito saber, a través de la Tesorería y de la Institución Nacional de la Seguridad Social, cuánto es mi techo de cotización; hasta dónde tengo que estar. Y ese día, claro que me jubilaré; evidentemente, por naturaleza. Pero además es bueno dejar paso a la gente que viene detrás. Yo creo que estoy súper orgulloso de las tres legislaturas. Bueno, de las dos y lo que va de esta. Estoy, como decía, muy agradecido a que Emiliano haya confiado en mí todo este tiempo. Y estoy muy orgulloso de la consolidación que hemos hecho del sistema. Y doy muchas gracias a todos los profesionales del ámbito de la salud. Pero yo creo que mi agradecimiento tiene que ir a la sociedad. Y yo estoy contento de haber aportado a mis paisanos y paisanas.
Muchas veces nos extrañamos cuando vas, sobre todo a los centros de salud de ciudades, porque creo que no pasa en los pueblos, y ves los pasillos y las consultas vacías, y aun así en la aplicación te tardan varios días en dar cita. ¿Por qué pasa eso?
Uno de los grandes problemas del sistema, aquí y en el resto, pero vamos a centrarlo en Castilla-La Mancha, es la espera. Porque la cartera ha crecido, las prestaciones son amplias y la manera de ofrecer capacidad asistencial es tan grande.
Pero abro un paréntesis para comentar un detalle: nosotros ya estamos por encima de los 100 millones de actos sanitarios al año. Cuando llegamos eran apenas 43 millones. O sea, hemos crecido más del doble. Por eso ahora somos 38.000 trabajadores y cuando llegamos éramos 25.000. En fin, desde el gobierno de Emiliano García-Page no hemos escatimado recursos. No hemos escatimado mejoras. No hemos escatimado infraestructuras… Pero es verdad que la prestación sigue teniendo esperas. Porque como cada vez la oferta es mayor, pues la demanda es mayor. Y también el patrón de la demanda ha cambiado. Y eso da un poco de respuesta a tu pregunta. La sociedad antes era más conformista, porque también la oferta era menor. Entonces tú ibas y con poco que te decían, posiblemente no volvías hasta dentro de mucho tiempo al médico. Hoy hay mucha incertidumbre en el conocimiento, hay mucha oferta en las redes de información y tu incertidumbre quieres que se convierta en certidumbre y pronto. Y eso hace que la demanda crezca.
Pero has dicho una cosa, cuando me formulabas la pregunta, que has estado muy acertado, que es que este problema lo tenemos en lo urbano. Y si me aprietas un poco en lo semiurbano, pero en lo rural nada. En lo rural nuestros centros comportan de otra manera. En lo urbano hemos aprendido un poco más a respetar los turnos. Hemos tenido mucho tiempo la consulta telefónica abierta, que también ha ayudado a eso. Ahora ya prácticamente en Castilla-La Mancha la consulta telefónica está desapareciendo. De hecho, estamos provocando por áreas que desaparezcan casi todos los sitios. Puede ser una opción, pero queremos cambiarla por la teleconsulta, con pantalla, no con el teléfono solo. Estamos en un puesto muy bonito de telepediatría en la zona de Valdepeñas. Tenemos otro proyecto de telesalumental en el área de Tomelloso.
Y otra cosa importante que también me gusta explicar cuando me hacen esta pregunta es que cuando se habla de días de espera, hay que tener en cuenta que toda la actividad en agendas que se pide por el teléfono es para cinco días, de lunes a viernes. En atención programada no se trabaja sábado y domingo. Eso es atención urgente. En definitiva, esto es complicado, pero asumo, asumimos como equipo, que en las esperas caben mejoras. Y hay que seguir trabajando para que eso sea así.
Y la Atención Primaria siempre parece el blanco de todas las críticas.
No es justo que lo sea, pero es verdad que es el primer foco con el que te encuentras cuando te pasa algo, y segundo, es más fácil, porque está más dispersa, atacarla. Nosotros hemos hecho un importante esfuerzo por la Atención Primaria, porque ya estamos cerca del 27% de presupuesto, metiendo a la farmacia. Tenemos más profesionales que nunca, más de 7.500. Tenemos más médicos que nunca, más de 2.500. Yo diría, ¿es suficiente? Esto es difícil de decir, porque si hablamos de medias, nosotros por tarjeta sanitaria tenemos 1.232 tarjetas por médico de media de Atención Primaria. Una cifra ideal. La compraría toda España, de media. Pero bien, es verdad que eso se hace con médicos que en el rural a lo mejor tienen 300 y personas que en el urbano tienen 1.700. Por lo tanto, la media sale de ahí. ¿Qué hicimos bueno en febrero del 2023? Aquí no tuvimos ninguna huelga, ningún paro. Llegamos a un acuerdo con los sindicatos en el que el número total de tarjetas que podía tener un médico era 1.750. Y el número para pediatras, 1.250 de tarjetas. Y en enfermedad, también 1.250. Entonces, eso lo estamos respetando. Otro refuerzo bueno es pagar bien la guardia.
Saca a colación los sindicatos, ¿qué pasa con la carrera profesional?
Nosotros hemos recuperado todo lo que se había perdido desde el 2015 hasta aquí, incluso más allá de lo que habíamos perdido, más sueldo, mejor atención continuada, mejores infraestructuras... Y la carrera la hemos siempre pospuesto porque creíamos que era algo que podía esperar. Ahora estamos trabajando con los sindicatos en mesas de trabajo para la carrera profesional porque tenemos interés ya en resolverlo, pero en una carrera profesional distinta. No queremos que sea lo que había, sino que tenga que ver con el meritaje, que tenga que ver con el currículum, con la acción realmente de carrera que queremos hacer. Se ha convertido en un trienio más, o en un quinquenio más, y queremos que se resuelva con cosas tan importantes como la docencia y la investigación. Cosas que den más carácter al sistema, que lo hagan más potente.
Llega el verano y aparece el término 'desactivación' de camas, me gustaría que explicara ese matiz.
Cerrar camas es lo que se decía en otro tiempo. Era tabicar una planta, o coger las camas y llevarlas todas al sótano. Era prohibir. Al final, cuando estás hablando de camas, el mueble es lo menos importante. Aquí lo importante es quién atiende las camas. Esta es la cuestión. Nosotros lo que tenemos es una bolsa permanente de contratación en cualquier momento del día, lo que hace ser flexible si lo necesitamos... Nosotros el término de cerrar no lo utilizamos, pero no por demagogia, no lo utilizamos porque no cerramos, lo que decimos es vamos a adecuar las camas a la actividad que hacemos y a las personas que tenemos. La gente se tiene que ir de vacaciones. Sustituir enfermería es más fácil, pero sustituir médicos es que, si se nos van dos cirujanos, no hay cirujanos por ahí en el paro para decir vente a operar. Ese es todo el problema.
Las listas de espera van mejorando, pero desde la consejería supongo que tenéis una estrategia para reducirlas aún más, ¿no?.
Así es. Hemos mejorado, en el COVID estuvimos muy mal. Estábamos entre las peores comunidades, pero dijimos que había que resolverlo, no con un plan de choque, sino con un plan continuo. El último año hemos terminado con 11.000 horas de quirófano más que el año anterior. En consultas somos la mejor comunidad de toda España en la espera. En pruebas diagnósticas estamos muy bien, estamos entre las tres primeras de menos espera. Y en quirófano, pues estuvimos muy mal y ahora estamos por debajo de la media a nivel nacional. Unos 110 días más o menos de media para operarse. Es mucho o es poco dependiendo del tipo de intervención que estemos hablando, de la persona, de lo que esté sufriendo, porque lo que sí tiene autopista directa es toda la oncología, el cáncer, todo lo cardíaco, lo vascular.
¿En qué estamos trabajando? Pues estamos ultimando lo que nos encargó el presidente, que el COVID lo paralizó, que es la Ley de Garantías. Poner unos topes y cuando se pase de ahí que las personas puedan coger una oferta fuera de la comunidad de Castilla-La Mancha, o dentro, si la oferta en algún otro centro es mejor. Y la queremos aprobar en este año 2024.
Castilla-La Mancha está infrafinanciada, ¿cómo afecta eso a la sanidad?
Pues afecta mucho, porque nosotros entendemos que no puede haber pacto por la sanidad, no puede haber pacto por la salud en este país, mientras la base, la financiación base, no esté garantizada. Nosotros necesitamos más que otras comunidades para atender a una población quizás menor. Yo siempre hago un ejemplo muy gráfico con los partos. Nosotros tenemos partos en todos los hospitales de Castilla-La Mancha, pero hay hospitales que tienen de media menos de un parto al día. Como mucho hay hospitales donde hay 300 partos al año. Sin embargo, tenemos que tener 2 ginecólogos, 1 anestesista, matrona, la enfermería, pediatra, técnicos auxiliares... Esto en otros lugares donde no ocurre.
¿Y por qué cree que no se atiende esa particularidad? O como dicen ahora, 'singularidad'.
Lo singular es el problema de la salud. Cuando yo digo esto no estoy pidiendo más dinero para Castilla-La Mancha, estoy pidiendo el mismo que para el resto, pero con arreglo a otras contingencias. No solo al número de personas que vivimos, al envejecimiento de la población, a la cronicidad, a la dispersión... No hablo de despoblación, porque en Castilla-La Mancha encima no hay despoblación, hay reestructuración porque estamos creciendo, tenemos más habitantes. Lo único que se ha deslocalizado de la zona más rural a la zona más urbana, pero seguimos teniendo mucho núcleo rural. Cuando hablo de financiación siempre digo que el 72% de nuestra población vive en núcleos de menos de 20.000 habitantes. Esto, evidentemente, para la prestación de servicios públicos, ya no solo salud, la educación también, es una empresa complicada. Y esto es lo que pedimos. Más que de infrafinanciación, que es una realidad en su conjunto para la región, en salud hablamos de mal financiada dependiendo de los recursos que quieras tener. Yo lo que pido es que todos tengamos lo mismo. Eso se llama equidad. Y se nos viene a la boca hablar de un sistema equitativo, y yo considero que por la financiación no es equitativo. Lo hacemos equitativo las comunidades. Menos mal que somos 17 servicios empujando y que aquí cada uno curra lo suyo.
¿Y qué le parece el trabajo de la ministra Mónica García?
Es un momento difícil para cualquier ministro. Yo he conocido a 8 en mis 9 años de consejero. De todos puedo hablar bien. No mentiría. He tenido mucha más relación con Salvador Illa y con Carolina Darias. Seguramente ha tenido que ver con el COVID y también por afectos personales. En este momento la ministra tiene encima de la mesa el problema de la formación especializada, de la Atención Primaria y de darle equilibrio y equidad al sistema.Acaba de sentarse y no podemos estar presionando de esa manera para que resuelva todos los temas. Y además con un Consejo Interterritorial complicado, con una mayoría del PP, en el que exigen lo que consideran oportuno bajo su perspectiva. Y que hace difícil la gobernabilidad en mayúsculas, pero en minúsculas allí dentro internamente tenemos bastantes acuerdos. Por lo tanto, yo a la ministra la veo consensuadora y con ganas de hacerlo bien. Un poco pronto para evaluarla.