La Segunda Federación está ya a dos partidos. Y, con suerte, con menos dosis de sufrimiento. Porque la vuelta contra el CD Quintanar del Rey fue una fiesta al final, pero una tortura en su desarrollo. Se pasó, pero con una prórroga que valió para alargar el mito de un club sufridor. Ahora hay que salir de Castilla-La Mancha. Todo será nuevo. Y, a la vez, bonito.
Quiso tener la pelota el equipo de Gala durante los primeros minutos. Era necesario calmar la tensión. Y también, evitar problemas que cambiasen el rumbo de los acontecimientos. Desde el principio, se empezó a reprochar a Company su tardanza por sacar de puerta. Demasiado pronto para acudir a las tretas.
Cuatro minutos y medio tardó en aparecer el que lleva a cuestas el ataque de su equipo. Unax regateó de más, y hasta se resbaló, pero sacó el primer córner. Desde la esquina se gestó una segunda jugada que acabó en disparo de Luna desde el balcón del área. Company sacó una mano salvadora. Iba dentro.
Pepe Delgado anotó dos tantos - Foto: David PérezPero es que, tres minutos después, la oportunidad fue todavía más gorda. Piochi consiguió sacar un centro desde el lado izquierdo. Nadie pudo despejar en el Quintanar, y en la derecha estaba Manu Gavilán. Metió la pierna con decisión, pero con demasiado interior del pie. Le salió alta.
El CD Toledo había empezado eléctrico, movido, con ganas de empatar pronto la eliminatoria. Rodri vio la intención de Angelito de desmarcarse. Lo hizo, pero en fuera de juego. El gol no valió, por mucho que lo celebrarse la grada con todas sus fuerzas.
El CD Quintanar del Rey estaba desbordado. En el minuto 12, concedió una falta casi en la esquina del área grande con la que probar la eficacia del balón parado. Piochi pinchó en hueso, dio en la barrera, pero Luna se animó de nuevo con otro lanzamiento lejano que tuvo que repeler Company con los puños.
Pepe Delgado anotó dos tantos - Foto: David PérezEl portero valenciano inició su espectáculo de quejas parando el partido durante dos minutos. ¿Objetivo? Cortar el ritmo con el que había salido el CD Toledo. ¿Consecuencia? La primera llegada visitante. Kupen se tuvo que ir al suelo porque Chabo entraba al remate como un tren.
Pero los de Rubén Gala no estaban por la labor. Un pase largo lo enganchó Angelito, que cedió el balón aUnax. Este centró desde el lado derecho para meterlo al centro. Manu Gavilán arrastró a los defensa, pero Pepe Delgado se quedó desenganchado, y solo tuvo que fusilar al portero con su pierna izquierda. Media tarea hecha.
La lógica solo podía traer una reacción del CD Quintanar. Y no fue tímida. Un fallo en la salida de pelota permitió a Javi Llario recuperar la posesión. Vio a Chabo solo en la derecha, y su tiro cruzado se perdió por la línea de fondo pegado al palo. Hubo quien lo vio dentro.
Pasó un tramo de agobio el conjunto verde. Tampoco fue un acoso, pero en citas como estas, el corazón se acelera a la mínima, con cualquier aproximación del rival. El Toledo intentó sobar el cuero para defenderse. Ya no tenía tanta prisa.
El encuentro se metió en otra fase insulsa, en la que nadie estaba atacando con decisión. Ni el Quintanar se quería ir con todo, ni el Toledo arriesgar en exceso. Espero para salir al contragolpe, con balones al espacio para Unax. No podía ser a otro. De hecho, en el minuto 44, el vasco quiso marcar su gol después de caracolear varias veces. Tenía aManu Gavilán esperando, pero la colocó en el segundo palo. Company le adivinó las intenciones. El CD Toledo le estaba dañando a su rival con el juego directo. Pepe Delgado tuvo otro tiro dentro del área para noquear al Quintanar, justo antes del descanso, pero el guardameta sacó una mano abajo inimaginable.
Del posible 2-0, se pasó al empate. Así, como suena. En el contragolpe de la jugada anterior, Llario remató con la izquierda, con la mala suerte de que el balón dio en la mano de Theo. Izquierdo García ni se lo pensó. Penalti. El propio Llario empató el encuentro, ya metidos en el descuento. Lo mejor es que Piochi tuvo aún una más, pero cruzó en exceso su disparo.
La segunda parte comenzó algo fría, pero la posesión para los de verde. Adivinen quién tuvo la primera. Sí, el del número 11. Dribló a varios rivales hasta encontrar un buen disparo. Ahí estaba Company de nuevo.
Apesar de dominar territorialmente, el CD Quintanar del Rey se metió atrás, y, ordenadito, entorpeció el ya de por sí poco fluido ataque estático del equipo de Rubén Gala. El partido tenía cara de quedarse fuera de la última ronda, pero todavía quedaba más de media hora por delante.
La vía más sencilla debía ser la de las transiciones. Es más, el Quintanar tuvo un momento de irse hacia adelante, pero el Toledo estaba atenazado, colapsado, sin la fluidez necesaria como para entrar en el bombo de Las Rozas. Para colmo, los de Adrián Ferrandis sacaron a la palestra su estrategia de tirarse al suelo para que pasara el tiempo. Pero los de casa tenían que jugar, y no lo estaban haciendo.
Rubén Gala movió el banquillo en el minuto 66. Todo el mundo se estaba acordando de Chupi, pero, ¿por Luna? Para no cambiar el sistema. Tenía su razón.
El encuentro estaba en las botas deUnax. O, quizás, en su cabeza. Debía ser inteligente para generar peligro. Por su lado llegó un pase al espacio. Angelito llegó apurado a la línea de fondo, pero consiguió centrar. La zaga del Quintanar no terminó de despejar el balón, y Pepe Delgado, como un depredador del área, volvió a fusilar al guardameta rival.
Nadie se quería ir, pero el cronómetro ya no corría tan rápido. Aun así, los visitantes empujaron, y Brunet asustó a todo el Salto del Caballo al recoger una pelota dentro del área, y disparar. Yelco Ramos salvó la situación.
Tras tres cambios de una tacada en el Quintanar, al contragolpe, Manu Gavilán no se atrevió a tirar en su entrada al área. El centro al segundo palo quedó en nada. Todavía pudo PepeDelgado firmar un triplete de no haber encontrado a un Company excelso en el primer palo. El CD Toledo había mostrado sus cartas: no quería una prórroga.
Pero los minutos se consumían, y no estaba pasando nada. Al Quintanar no le importaba tener un extra de tiempo. Ya casi en el descuento, Gala recurrió al banquillo con una triple modificación. Nada más salir, Abraham tuvo el tercero, y por dos veces. Apretó de lo lindo el Toledo en un descuento largo de siete minutos. Irremediable lo de la prórroga.
Con dominio y posesión, el equipo de casa intentó estar tranquilo, pero el susto que metió Miguel Moreno fue morrocotudo. Físicamente, empezaban a flaquear las fuerzas. No se rindió el Quintanar. Al contrario. Veía como flanes a algunos contrarios.
Peteiro entró al campo como último cambio. Quedaban trece interminables minutos. Los visitantes volaban, eran aviones ante un Salto del Caballo asustado en un gran porcentaje. Estaba embotellado el Toledo, el Quintanar se soltó la melena. Betancourt probó con la pierna izquierda ya en el alargue. Se paró el mundo. Iba a la escuadra, pero salió fuera. Se sufrió algo más, pero, al final, pasó el Toledo.