En pocos meses la estampa de Zocodover y sus alrededores plagada de vehículos, furgonetas y camiones a media mañana para la entrega de mercancías a los establecimientos pasará al olvido. La Concejalía de Movilidad lleva tiempo planteando la necesidad de modificar la ordenanza de carga y descarga, sobre todo, en ese eje y continúa estudiando distintas alternativas que ayudarían a regularlo de manera más eficaz  y sin el impacto visual actual que afecta tanto siendo una Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

De momento, el concejal de Movilidad, Iñaki Jiménez, no avanza fechas para formalizar los cambios en esta ordenanza, pero insiste en que el Ayuntamiento está trabajando con de la mano de los empresarios para consensuar posibles alternativas a la tradicional carga y descarga. 

Pese a que el concejal aún no se ha decantado por ninguna en concreto, hay un amplio abanico de medidas que resolverían la problemática, como la reducción del horario de la carga y descarga en el Casco, el uso «de camiones nodriza» con bases fuera del Casco; la incorporación de cierres inteligentes en los establecimientos para dejar las mercancías con seguridad o el establecimiento de un calendario de perecederos, sin ir más lejos, para permitir el paso de unos vehículos u otros en días alternos.

Jiménez tiene claro el objetivo y resalta la preocupación y el trabajo del equipo de Gobierno municipal actual para corregir una problemática llamativa que ha dejado patente numerosas veces. Las negociaciones con Fedeto continuarán hasta dar con las mejores medidas, intentando adoptar algunas que tienen puestas en práctica otras ciudades, y establecerlas en nuevo marco regulatorio. Sin embargo, desde la federación empresarial no se ha escondido las dificultades ni las complejidades de estos cambios.