Toledo ampliará las cámaras a Azucaica, el Valle y Albarreal

M.G
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La administración se gastará al completo la subvención de fondos europeos otorgada con la adquisición de nuevas cámaras de control de tráfico. El concejal de Movilidad, Iñaki Jiménez, recalca que no habrá restricciones de tráfico en el Casco

El Ayuntamiento instalará más de un centenar de cámaras en la ciudad - Foto: D. Pérez

Toledo sigue preparándose de cara a la normativa de Bajas Emisiones y el concejal de Movilidad, Iñaki Jiménez, ofreció esta mañana una rueda de prensa para informar sobre el proyecto y aclarar algunas cuestiones que preocupan a la ciudadanía. 

La ciudad dispondrá de una única Zona de Bajas Emisiones que se circunscribe al Casco Histórico, pero no se acompañará de restricciones de tráfico, con lo que la regulación será la misma que hasta ahora, salvo que haya episodios puntuales de contaminación que exijan la puesta en marcha de medidas. Por tanto, Jiménez aclaró que se podrá acceder en vehículo al Casco para dejar a los menores en los centros educativos como hasta la fecha en respuesta a la cantidad de preguntas que están llegando al Ayuntamiento sobre esta cuestión. 

En principio, el concejal de Movilidad apuntó que se establecerán días sin coche en el calendario como suele ser habitual, se mantendrá la regulación de pivotes retráctiles y se cortará el tráfico cuando proceda en determinadas fechas, como ocurre en el Corpus o en Semana Santa, habilitando itinerarios alternativos. Por tanto, en el Casco únicamente se persigue «reforzar» esa zona de bajas emisiones que ya existe, mejorar la señalética y el control del tráfico mediante la instalación de veinte nuevas cámaras. 

Por otra parte, Jiménez recordó que Toledo no sufre niveles de contaminación importantes que obliguen a establecer medidas especiales y dejó claro que el Ayuntamiento únicamente las plantearía si los niveles de contaminación fueran suficientemente elevados para tomar la decisión. 

El proyecto de instalación de dispositivos ligados a la ZBEsigue implantándose en la ciudad. En principio, estaba previsto colocar 86 cámaras fijas con OCR para identificar vehículos y 20 de vídeo en el Casco, pero finalmente se adquirirán más para agotar la subvención de 3,7 millones de euros de los fondos europeos tras la autorización del Gobierno regional, ligada al proyecto que emana de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, en ciudades de más de 50.000 habitantes.

En este caso, el concejal  de Movilidad anunció que las nuevas cámaras se instalarán en Azucaica, el Valle y el camino de Albarreal, tres emplazamientos que en principio no entraron en el mapa diseñado con un total de 43 puntos de instalación en la ciudad.

Más dispositivos. Al margen de las cámaras, también se instalarán balizas en los autobuses para garantizar la prioridad del transporte público en los cruces semafóricos, una veintena de estaciones de aforo, que facilitan la detección, el conteo y la clasificación de vehículos; tres paneles de mensaje variable que informarán sobre las posibles restricciones a zonas de la ciudad en caso de niveles altos de contaminación o eventos que lo requieran; y tres paneles de ocupación de aparcamientos que se suman a los que ya funcionan en la ciudad. 

Al mismo tiempo, la concejalía de Movilidad tiene previsto colocar  señales ocultas en Docecantos, Bisagra y el Paseo de Recaredo para indicar la prohibición de acceso a las Zonas de Bajas Emisiones, con lo que estos carteles informativos únicamente se visualizarán cuando se activen por un evento externo. 

Respecto a los plazos, Jiménez responde a las denuncias del PSOE que apuntan que el Gobierno  municipal incumplirá los plazos para la puesta en marcha de la ZBE. A su juicio, desconoce si estas críticas obedecen  al desconocimiento o la maldad» y ofreció una serie de fechas relativas a un proyecto que ya se inició en la anterior legislatura con otro Gobierno municipal. 

Asimismo, recordó que PP y Vox heredaron un desestimiento en la contratación del proyecto y tuvieron que poner en marcha el nuevo expediente en septiembre del año pasado y finalmente formalizó el contrato en febrero. Con todo, el Ayuntamiento ha obtenido la prórroga que ha solicitado a la Junta y dispone de más plazo, hasta el 30 de octubre, para finalizar toda la instalación. Al mismo tiempo, se está trabajando en la elaboración de una ordenanza específica, pese a que no es obligatoria, que estará lista a finales de año. Una vez que esté disponible el borrador se facilitará a los grupos municipales para que realicen aportaciones y se convocará la Comisión de Movilidad.

Por último, el concejal señaló que Toledo cumplirá con los objetivos del proyecto para reducir el tráfico rodado, rebajar la accidentalidad, potenciar la movilidad activa, mejorar la seguridad y aumentar el peso del transporte público, inmerso también en un proyecto de remodelación.