Los ayuntamientos incentivan frecuentemente los nacimientos con la creación de los llamados cheques-bebé, un talón que suaviza los pingües gastos aparejados a una criatura. Por ejemplo, Torrijos y Cardiel de los Montes regalan 250 euros por niño. Pero un consistorio más pequeño, Herreruela de Oropesa, pulveriza estos estímulos con la asignación de 1.000 euros por cada hijo empadronado en el pueblo.

Así lo explica a este diario el teniente de alcalde, Isidoro Chico, quien se ha fijado en poblaciones periféricas de Madrid, como Tres Cantos o Pozuelo de Alarcón, para gratificar con esos 1.000 euros a los padres. Esta cuantía está por encima de los 700 euros de Tres Cantos y por debajo de los 1.500 euros de Pozuelo de Alarcón.

El equipo de Gobierno observó que ningún bebé nació en el pueblo en 2022 ni en 2023. Una tendencia insólita en un municipio con sólo 380 empadronados, pero rejuvenecido con 20 escolares en el colegio público San Ildefonso (CRA Campo Arañuelo). No obstante, la ausencia de nacimiento en los dos últimos años motivó la aprobación de la ordenanza para la concesión de ayudas a la natalidad.

El teniente de alcalde se crio en el pueblo, pero como tantos otros, vive fuera del municipio. En su caso, este asesor fiscal de 38 años reside en Madrid, una de las poblaciones de emigración junto con Talavera o Navalmoral de la Mata (Cáceres).

El pueblo ha experimentado en las últimas décadas una evolución negativa del 15 por ciento de empadronados cada 10 años. Una tendencia parecida a la del municipio motriz de la comarca: Oropesa.

El Ayuntamiento ha obtenido los fondos para sustentar la promoción del cheque-bebé con la reducción de los gastos de telefonía. La contratación de otra empresa para los servicios municipales financiará la ordenanza, que impone como requisitos que al menos uno de los titulares del libro de familia esté empadronado y tenga residencia efectiva en Herreruela de Oropesa, con un mínimo de un año ininterrumpido. El niño deberá estar empadronado en el pueblo en una convocatoria abierta a acogidos o adoptados menores 11 años.

El equipo de Gobierno vería satisfecha su maniobra con el registro de entre cuatro y cinco nacimientos al año. «Los pueblos pequeños tenemos que hacer esto para que las familias no se vayan a Talavera o Toledo», subraya este asesor fiscal, quien añade que los 1.000 euros están exentos de IRPF.

Isidoro considera que este complemento económico resulta efectivo y vendrá acompañado en breve de otro ofrecimiento municipal. El equipo de Gobierno espera aprobar en marzo la disposición para sus vecinos de una guardería gratuita mediante un convenio con el Ayuntamiento de Lagartera, cuyo centro está a cuatro kilómetros del pueblo.