Toledo registró en octubre su mejor dato histórico mensual de pernoctaciones, con 104.527 estancias disfrutadas, una cifra que supera la plusmarca anterior, hollada en mayo de este mismo año, con 102.489 pernoctaciones. La presencia de dos meses con registros tan voluminosos auguran un 2024 de récord, por encima de los acumulados previos a la pandemia de coronavirus, también de 2014, el año Greco.
El mes que marca la vuelta a la vida cotidiana, primero del otoño real, se distribuyó en cuatro fines de semana y no gozó del favor del calendario; la jornada del 12, festividad de la Fiesta Nacional, cayó en sábado. La ausencia de puentes, sin embargo, no fue impedimento para la llegada de un aluvión de visitantes. El favor del termómetro, además de la oferta cultural y patrimonial de la ciudad, se antojan como factores determinantes del éxito. La distribución de los clientes a lo largo del año confirma la elección preferente de los llegados por las estaciones templadas del entretiempo.
El turista español protagoniza el éxito de los hospedajes toledanos. Casi siete de cada diez pernoctaciones (69,7%) en octubre correspondieron a visitantes procedentes del resto de España, un total de 72.822 noches. Los turistas extranjeros que se hospedaron en la capital regional contrataron 31.705 estancias.
El número de viajeros españoles alcanzó las 46.753 personas; por los 20.268 extranjeros. Cada visitante nacional disfrutó de 1,56 noches de hotel en Toledo, la misma proporción que los turistas foráneos
Respecto a octubre de 2023, las pernoctaciones en la ciudad se incrementaron un 6,7%. Este repunte, además, rompe con la atonía de los meses estivales. Las pernoctaciones subieron un tímido 0,4% interanual en julio y otro magro 1,7% en septiembre, pero cayeron un 6,8% en agosto. El verano, temporada alta para el turismo en España, resulta una época menos favorable para Toledo, una ciudad que no tiene oferta próxima de playa y que sufre los rigores de las altas temperaturas.
En el conjunto del año, la capital regional ha registrado 840.658 pernoctaciones. En los diez primeros meses del año pasado, la estadística de ocupación hotelera acumulaba 815.407 estancias contratadas. Se trata de un alza del 3,1%, un aumento que, previsiblemente, servirá para rebasar el dato de 2023 a final de año.
Entre enero y octubre de 2019, último año previo al inicio de las restricciones sanitarias, se acumularon 778.306 pernoctaciones, lo que supone un aumento del 8% respecto a aquel. En tal periodo de 2014, fueron 776.107 las noches contratadas, un número que es ahora un 8,3% más cuantioso. En 2022, recién finalizada la emergencia por el Covid-19, se contrataron 743.536 estancias hoteleras.
La ocupación media en octubre se disparó hasta el 79,8%. Hubo 67 establecimientos hoteleros abiertos, para un total de 2.336 habitaciones, el dato más elevado en un año y 90 alcobas más que en el mismo mes de 2023. Hasta 715 personas se emplearon en este sector económico en Toledo.
¿un millón de noches? La evolución de este indicador apunta a una cifra próxima al millón de pernoctaciones al finalizar el año. En 2023, se contabilizaron 959.963 noches disfrutadas; además, diciembre, con un puente de la Constitución y la Inmaculada más largo que el de este año, alcanzó las 75.435 noches de hotel, una cifra que, de superarse, aproximaría tal número redondo.
Las cifras que arroja la revisión estadística confirman la pujanza pospandémica del turismo y ratifican su condición de industria económica fundamental para la ciudad. Además, el alto grado de ocupación alcanzado sugiere que la oferta hotelera de la capital regional necesita de nuevas plazas. Esta situación, además, explicaría, en buena medida, el interés de muchos visitantes por el arrendamiento de pisos turísticos y otros modelos diversos de hospedaje.
Existen varios proyectos para la construcción de nuevos hoteles en la ciudad, unas propuestas que incluyen tanto el propio núcleo urbano como el parque temático Puy du Fou.