El gran cuadro de los toledanos

J.Moreno
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Guerrero Malagón remoloneó y aceptó al final realizar este encargo de una caja de ahorros para pagar un préstamo

El gran cuadro de los toledanos - Foto: David Pérez

Jorge Moraleda, nieto de Cecilio Guerrero Malagón, entró puntual el viernes al salón de plenos de la Diputación. «Ostras», exclamó otra familiar al ver el impresionante cuadro 'Toledo símbolo', que encabeza desde la última reforma los escaños de los diputados provinciales. Su madre, Carmen, y su tío, Mariano, se encargan de mimar el legado artístico. El acto forma parte de la conmemoración del 40 aniversario de la inauguración de este encargo de la Caja de Ahorros Provincial de Toledo, cuya sede central en la calle de Ocaña estaba coronada con esta pieza de siete metros de largo y dos de alto.

El viaje del 'Toledo símbolo' continuó con la propiedad de Liberbank. El gobierno de Arturo García-Tizón solicitó la cesión para su exposición en el salón de plenos de la Diputación, desde 2014. «La ubicación no puede ser mejor. Preside el salón de plenos y representa el cuadro a toda la provincia de Toledo», subraya.

El cuadro está dedicado en su parte central al Corpus de Toledo, pero por los flancos comparecen representantes de más fiestas de la provincia, como el de Lagartera, el de Camuñas o el de Illescas. «Está representado de manera ideal, por eso el nombre de símbolo», menciona.

Jorge conoció a su abuelo y tuvo mucho vínculo. Afincado desde niño en Murcia, el nieto visitaba con frecuencia a su familiar en Toledo. «Yo diría que es uno de los cuadros más representativos de mi abuelo por las dimensiones. Cuando le encargaron el cuadro, se negaba a hacerlo porque era muy grande y tenía ya más de 70 años», reveló. La ubicación era el vestíbulo de la caja de ahorros.

El Centro Cultural San Clemente, perteneciente a la Diputación, expone ahora más piezas de Guerrero Malagón, nacido en Urda en 1909. «Recuerdo haber ido con mi tío y mi abuelo a por el bastidor de 'Toledo símbolo'», rescató y se sonrió con la sorpresa de Cecilio por las dimensiones de la obra encargada.

Precisamente, la aceptación del encargo tuvo su guasa. Cecilio se vio obligado a pedir un préstamo a la caja de ahorros y, como contrapartida, aceptó realizar esta gran obra, que pertenece ahora a la entidad bancaria Unicaja. «Es el cuadro de todos los toledanos», remató Jorge, el nieto de Guerrero Malagón.