La contratación de planes de pensiones privados en la provincia de Toledo alcanza a uno de cada nueve vecinos (11,9%), una proporción inferior a la de las medias nacional (15,3%) y regional (13,4%). Un total de 86.712 residentes, el tamaño aproximado de la capital regional, poseen una participación en uno de estos productos de ahorro. El dato de la provincia confirma la escasa popularidad que disfrutan estos fondos en Toledo.
El patrimonio medio de cada partícipe en un plan de pensiones en la provincia asciende a 8.731 euros, una de las cifras más bajas en el conjunto del país. En Navarra, la cuantía escala hasta los 17.159 euros, mientras que Murcia, con 6.472 euros, alcanza el dato más bajo. La cifra promedio en España es de 11.573 euros. Expresado en términos relativos, el ahorro de un toledano que ha contratado este instrumento para su jubilación es, con carácter general, un 24,6% menor al de un ciudadano del resto del país con un fondo de similares características
En total, los ahorradores toledanos han depositado unos 757 millones de euros en planes de pensiones individuales. Esta cantidad no incluye aquellos seguros costeados por empresas o un tercer agente. En el conjunto del país, el volumen depositado se eleva hasta casi los 85.000 millones. El 22,2% del dinero procede de contratantes que residen en Madrid, mientras que el 17,7% lo hacen en Barcelona. Por tanto, las provincias donde se sitúan las dos grandes ciudades españolas suponen cuatro de cada diez euros aportados a esta forma de inversión.
El tipo de fondo que el depositante toledano tiende a escoger muestra una apetencia moderada por el riesgo. Los denominados fondos mixtos globales retorno absoluto acaparan el 65,8% de las contrataciones, por lo que, aproximadamente, dos de cada tres planes de pensiones son de este tipo. La fórmula de estos fondos incluye tanto renta variable (acciones cotizadas) como renta fija (letras, bonos y obligaciones de administraciones públicas y empresas privadas). La rentabilidad garantizada que ofrecen las deudas pública y corporativa cubre las posibles pérdidas de valor del mercado bursátil.
Los fondos de renta fija copan el 13,4% del mercado de los fondos de pensiones en la provincia. Por su parte, otro 14,4% se vinculan a la evolución de la renta variable. Apenas el 6,4% de los ahorros destinados al retiro laboral de los toledanos se ponen en fondos garantizados, un tipo de producto que esquiva las pérdidas y compromete un pequeño beneficio (aunque, en ocasiones, sea inferior al aumento del coste de vida).
El debate sobre la viabilidad del sistema público de pensiones apunta a este tipo de instrumentos de ahorro personal como una de las alternativas para complementar el subsidio público. Los planes de pensiones tributan por las aportaciones realizadas y en el momento de su rescate. La retirada de fondos se produce, con carácter general, a partir de que su tenedor cumple 65 años, aunque la norma plantea la posibilidad de que se pueda reintegrar a partir de los diez años de existencia del plan.
Más allá de los planes de pensiones, existen otras alternativas de ahorro a largo plazo como los fondos de inversión (incluidos los indexados) o la posesión de títulos de deuda a largo plazo, una opción que en los dos últimos años, al calor de unos tipos de interés más altos, ha gozado de un notable atractivo por parte de los particulares.