El mítico reloj de la madrileña Puerta del Sol ya está preparado, con su maquinaria engrasada, para dar las campanadas. Y Jesús López-Terradas volverá a ser el encargado de defender una profesión que lleva siglos marcando el ritmo de la vida y que hace posible que millones de españoles den la bienvenida al año nuevo.
El responsable de que todo un país llegue al 2025 al compás de las campanadas reconoce que el futuro del oficio plantea grandes interrogantes, ya que, en la era digital, donde los relojes inteligentes y los dispositivos electrónicos predominan, la tradición artesanal del se enfrenta a desafíos significativos.
Este 31 de diciembre será la vigésimo octava vez que López-Terradas tenga que renunciar a comerse las uvas para conceder a los demás una de las noches más mágicas del año, aunque el mecánico admite no estar molesto con ello, ya que su familia ya está acostumbrada a esta peculiar forma de celebrar este evento.
Cuenta atrás en la Puerta del Sol - Foto: MariscalA pocos horas ya de uno de los acontecimientos más esperados, admite que no hay lugar para los nervios, ya que la preparación es constante, debido a que «cada semana se limpia, se engrasa y se revisa» el reloj, para que el día 31 «esté todo en su sitio», pues, de no ser así, «no hay plan B, y solo quedaría salir corriendo».
Y aunque López-Terradas ha vivido décadas de historia desde el penúltimo piso de la torre de la Real Casa de Correos, como el cambio de siglo o una plaza desierta debido a las restricciones de la pandemia, han sido muchos acontecimientos los que esta maquinaria ha visto, llegando incluso a correr peligro su existencia. En concreto, durante la Guerra Civil, el reloj de la Puerta del Sol estuvo a punto de ser destruido por un obús, aunque la suerte estuvo de su lado: el proyectil impactó contra la esfera, pero no destruyó el mecanismo.
Esta historia recobra vida cada año en estas fechas gracias a las redes sociales, que se han convertido en una herramienta para recuperar relatos históricos que, de otro modo, habrían quedado en el olvido.
Unas 25.000 personas seguirán en vivo y en directo los golpes de badajo del célebre reloj, fabricado en 1866 en Londres aunque con la firma de un leonés, José Fernández de Losada, bisabuelo del actual responsable de dar la bienvenida al año nuevo.
Luminoso
Como novedad, esta Nochevieja habrá un nuevo cartel luminoso para dar la bienvenida al 2025 con una renovada tipografía y la palabra Feliz por primera vez escrita en mayúscula.
El cambio del rótulo no se producía desde 2015, cuando se comenzó a usar uno con tecnología LED que sustituyó al original de neón implantado en 1987.
El dispositivo policial de las uvas contará con el apoyo de drones, la prohibición de entradas con objetos peligrosos en la plaza, controles a la venta ambulante, acciones para evitar posibles hurtos o el cierre de la estación de Sol.