La sede toledana del PSOE quedó vacía tras dos noches consecutivas de protestas contra el plan de amnistía anunciado por Pedro Sánchez. A las 20.00 horas, no había ningún concentrado frente al inmueble, ni siquiera curiosos rezagados en algunas de las entradas a la plaza en la que se emplaza el cuartel general de los socialistas en la capital regional. Cinco agentes de la Policía Nacional, la única presencia más allá de algunos pocos viandantes de paso, custodiaban el edificio.
En la noche del martes la concurrencia minoró a la mitad respecto a la protesta del lunes. El primer día de la semana se congregaron, aproximadamente, un centenar de personas; en la segunda, la asistencia se redujo a la mitad. En ninguno de los dos eventos se produjeron incidentes, aunque en la inaugural se escucharon gritos de «una, grande y libre». En ambos casos tronaron las críticas a Sánchez, la petición de «justicia» para el prófugo Carles Puigdemont y la invocación a los diputados socialistas castellano-manchegos para que voten en contra de la amnistía.
Se desconoce qué pasará con tales eventos en los próximos días. Más allá de estos actos informales, el PP ha convocado en la plaza de Zocodover el domingo al mediodía una concentración «cívica», según la definen desde dentro del partido, de rechazo a la propuesta política con que los socialistas pretenden obtener la investidura del actual presidente del Gobierno en funciones.