Talavera se convirtió en inesperada protagonista de la primera sesión del Debate sobre el Estado de la Región. Un debate regional, que tuvo momentos de marcada clave local. Del discurso del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, apenas salieron algunas menciones rápidas a la ciudad; a la inversión de Meta, ya en vía de despegue, a la necesidad de que el Estado se comprometa con el avance del desdoblamiento de la N-V o a proyectos en la comarca.
Sin embargo, en el debate entre el presidente y los grupos de la oposición Talavera fue la ciudad más nombrada. La coincidencia de que el presidente del Grupo Parlamentario Vox, David Moreno, sea también primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Talavera se dejó notar en su discurso, pero, sobre todo, en las réplicas que le dio del presidente de Castilla-La Mancha.
Page demostró estar muy al tanto de la política talaverana y estableció un cara a cara con Moreno que, por momentos, pareció una auditoría de la gestión que está realizando en Talavera el gobierno bipartito de PP y Vox. «Su intervención me suscita más preguntas que respuestas», empezó contestando a la alocución del líder de Vox, que tiró en varios momentos de asignaturas pendientes en Talavera, como la segunda UVI móvil, el AVE o el Pacto por Talavera. El presidente no esquivó ninguna y sumó otros pocos temas más.
Respondió a la censura de Vox sobre el gasto político en las Cortes, recriminando a David Moreno que cobra el sueldo de diputado regional con dedicación exclusiva: «Exclusiva, exclusiva, no es», le censuró recordándole su puesto en Talavera. El presidente regional aireó que el diputado y concejal de Vox empezó por cobrar la indemnización por asistir a plenos y órganos colegiados del Ayuntamiento y lo mantuvo hasta diciembre pasado, cuando desde las Cortes le advirtieron que era incompatible cobrar de ambas instituciones.
Le interpeló si «se va a agarrar al cargo de vicealcalde en Talavera», aunque el PP no actúe contra los inmigrantes, como Vox exige y pronosticó que su formación va a durar poco en el Gobierno municipal, porque tendrá que romper con el PP «para ser coherentes». Echó en cara al primer teniente de alcalde talaverano la subida de la deuda municipal, el incremento del agua aplicado este año y el de la basura perfilado ya para el próximo, de los que Moreno responsabilizó al Gobierno de Tita García, el primera, y al de Pedro Sánchez el segundo.
Sobre el Pacto por Talavera, Page defendió que la Junta lo está cumpliendo, y lo contrapuso con que el alcalde, José Julián Gregorio, no lo firmó en su etapa de delegado del Gobierno, pero ahora exige que se cumpla. En cualquier caso, recordó que la legislatura dura cuatro años y que ha transcurrido poco más de uno. En ese tiempo, apuntó, se cumplirán el resto de demandas, como la segunda UVI móvil para Talavera, incluida en el concurso del transporte sanitario.
«Con Talavera y con Puertollano mantenemos una política de discriminación positiva», aseguró García-Page, recordando que intentan equilibrar la atención a ambas ciudades, porque tienen menos opciones por no ser capital de provincia. Una declaración de intenciones con la quiso contrarrestar las críticas de Vox.
El debate, más templado que el que protagonizaron Page y el líder del PP, Paco Núñez, dio incluso para que el presidente agradeciera el tono al presidente del Grupo Parlamentario Vox. También para una confesión presidencial, sobre cuanto le dolió en su momento la pérdida del gobierno en Talavera.