Editorial

Se despide un año de fuertes vaivenes políticos

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A pocos días de que finalice el año 2024, la estela que deja en el ámbito político es de fuertes vaivenes que han sacudido el Parlamento y La Moncloa. Quedará como el año en el que un presidente tomó la inédita de decisión de ponerse en pausa durante cinco días, para reflexionar sobre su futuro, tras conocer el inicio de una investigación judicial a su mujer. Tras el plazo, y con la teatralización de por medio del PSOE, pidiendo su continuidad, el presidente reveló su intención de seguir adelante, de la que pocos habían dudado durante ese tiempo de silencio. 

Aficionado a los giros de guion, Pedro Sánchez hizo una pausa dramática tras la que anunciaba un punto y aparte, que en realidad no ha sido más que un punto y seguido. 

También en el Parlamento se han vivido muchos vaivenes, con una coalición de gobierno que ha tenido que acostumbrarse a ver como sus iniciativas eran echadas para atrás por la precaria mayoría de investidura y , en particular, por Junts, la formación de Carles Puigdemont que ha movido sus decisivos siete diputados a conveniencia, pese a la aprobación de la Ley de Amnistía y las heridas que se han abierto con ella. Nada de eso ha servido para garantizar a Sánchez una mayoría en muchas de sus iniciativas, tampoco para sacar adelante un presupuesto que no tiene muchos mejores visos de salir adelante en el año que está a punto de empezar. 

Más de seis meses después de la aprobación de esta ley tan cuestionada, para empezar por su falta de encaje constitucional, el independentismo sigue teniendo cuentas pendientes que la iniciativa gubernamental no ha podido saldar y que en el caso de Puigdemont pasan por la causa que se sigue contra él por malversación, un delito que no está sujeto a la amnistía. 

Si por algo más se ha caracterizado este año ha sido por la presencia, cada vez más notable, de la acción judicial en la escena política. Empezando por la investigación a Begoña Gómez y siguiendo por el caso Koldo, ampliado ahora a caso Ábalos, la agenda judicial ha estado muy presente en especial en los últimos meses, incluido el paso del juez Peinado por Moncloa para tomar declaración a Pedro Sánchez, en la causa que afecta a su mujer. 

La otra formación que forma parte del gobierno, Sumar, no se ha visto libre del imperativo de los juzgados. El escándalo en torno a su exportavoz, Iñigo Errejón por agresión sexual ha pasado factura a una formación en uno de los puntos nucleares de su ideario, la igualdad, con una reacción por aclarar en alguno de sus puntos. 

Pero si 2024 ha sido un año de mucha tormenta en el ámbito político, las últimas escaramuzas vividas en el Congreso no hacen presagiar que el que viene vaya a ser mucho mejor. Una mala noticia para un país que necesita una estabilidad política que ni está ni se la espera.