Los planes de Florentino Pérez y Carlo Ancelotti, 'sociedad ilimitada', van sobre raíles. Incluso las supuestas piedras en el camino (lesiones en lo deportivo, sobrecostes en la construcción del nuevo estadio o 'gigantes' dando la espalda a la Superliga en lo institucional) refuerzan la idea de que esas estrategias son sólidas y tendrán éxito. Y los números también la apuntalan: desde el pasado domingo, cuando el Real Madrid arrolló al Barça en la final de la Supercopa de España, Florentino Pérez ya es el presidente con más títulos en la historia de la entidad y el entrenador superó a Zinedine Zidane como el segundo técnico con más partidos oficiales dirigidos en la historia del club.
El dirigente merengue cumple su 21ª campaña al frente de la institución, la 15ª consecutiva de su segunda época (desde 2009) después de las seis primeras (2000 a 2006). Sus sueños de grandeza estuvieron claros desde el primer minuto de partido, cuando reventó sistemáticamente récords de gasto en contrataciones y arrancó su mandato con el mayor órdago de la historia moderna de nuestro fútbol: el fichaje de Luís Figo, pagando íntegramente su cláusula de rescisión (10.000 millones de pesetas, o sea, 60 millones de euros hace 24 años) al Barcelona.
Pérez, de forma clara, quiso trasladar a Chamartín el modelo de 'empresa de éxito' que él tan bien conocía: la idea de los 'galácticos', la de dotar de 'glamour' al equipo, aun a riesgo de perder algunas señas de identidad históricas de la entidad (adoración por la gente de la casa, garra, cercanía… valores que poco casaban en la nueva idea del club como negocio). A su rebufo, de hecho, muchos otros conjuntos se convirtieron en multinacionales para las que el deporte seguía siendo importante, pero ya era 'solo' un vehículo de expansión comercial: el Madrid 'florentiniano' ha consolidado su imagen de marca universal.
Según la revista Forbes (en su último estudio de 2023), el cuadro español es la institución futbolística más rica del mundo, con una valoración otorgada de 5.580 millones de euros (un 19 por ciento más que el año pasado). A su habitual peso deportivo e institucional ha añadido el valor del nuevo estadio, «una máquina de hacer dinero», según análisis recientes: el club obtuvo más de 330 millones de Legends y Sixth Street (consultora y fondo estadounidenses) como parte de un acuerdo a 20 años para aumentar los ingresos por la explotación del Santiago Bernabéu.